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Abducción parental: “los que más sufren son los niños"

Eva Usi (EL)20 de noviembre de 2015

Un caso de secuestro en Nicaragua lleva a la luz el suplicio que sufren progenitores, sobre todo los no custodios. "Suelen ser los padres a los que se les vulnera sistemáticamente sus derechos", dicen expertos.

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Imagen: picture-alliance/dpa/Jens Kalaene

El niño Arún Valentín Gutiérrez, de casi cinco años de edad, fue secuestrado en Nicaragua por su padre, el alemán Michael Sahm en un intento desesperado por volver con él a Alemania, el país en donde nació Arún, y en donde pasó sus primeros cuatro años de vida. Su madre, la periodista nicaragüense Ximena Gutiérrez, recibió el apoyo de la familia presidencial en su país, que movilizó a las fuerzas policiales en la búsqueda del menor. Un caso mediático que fue seguido con atención por la prensa local hasta el desenlace, cuando padre e hijo fueron detenidos por Interpol al ingresar a México, después de cruzar varios países centroamericanos.

El caso es ahora dirimido por la Justicia nicaragüense pese a que existía un acuerdo previo ante el Juzgado de Familia en Frankfurt, en el que Sahm había dado su consentimiento para que la madre viajara a Nicaragua con el hijo, bajo la condición de que éste volviera a su hogar primario. Según el periodista alemán Christian Palm en un artículo publicado por el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung el 17.06.15 titulado Lost in Managua, la madre desconoció el acuerdo una vez que llegó a la capital nicaragüense, e intentó romper el contacto con el padre.

¿Quien tiene la jurisdicción?

“La justicia del país en donde ha residido el niño es la que tiene la jurisdicción para decidir. Si el niño vivía originalmente en Alemania, aunque la madre lograra llevarlo a Nicaragua el padre hubiera podido ampararse en ese acuerdo para tramitar legalmente el retorno del niño“, afirma Svenja Schmidt-Bandelow, experimentada abogada en casos de conflicto entre parejas binacionales. La experta señala que son más frecuentes los casos de madres extranjeras que tras una separación anhelan volver a sus países.

“Una abducción parental es un delito penal y una violación del Código Civil según el Convenio sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores de la Haya de 1980. Un convención que ha suscrito Nicaragua“, dice.

En estos casos aplica la jurisdicción del país donde vive el menor
En estos casos aplica la jurisdicción del país donde vive el menorImagen: picture-alliance/dpa

La abogada recomienda que los padres en conflicto busquen una solución a través de una mediación para evitar los tribunales. “Por lo general ambas partes están empantanadas en sus propios razonamientos, en donde se mezclan malentendidos y miedos. Una mediación ofrece a ambas partes una justicia equitativa“, señala Schmidt Bandelow.

Los derechos de los padres, sistemáticamente vulnerados

La jurista española, Naira Pérez Rodríguez, se graduó en la carrera de Derecho con una tesis que explora este conflicto desde el punto de vista de los derechos humanos. Pérez Rodríguez señala que en el 76.95% de los casos en España el progenitor no custodio es el padre. “Al progenitor no custodio se le vulneran derechos tan fundamentales como la dignidad, la igualdad, el recurso efectivo ante los tribunales, la presunción de inocencia, la honra, la intimidad familiar, la integridad psíquica y el derecho a asumir obligaciones“, afirma en conversación con DW.

Pérez Rodríguez cuenta que el caso de un tío, cuyos derechos fueron violentados cuando se divorció de su entonces mujer, la llevó a este tema. “Directamente se les da los derechos a las madres, eso sigue teniendo vigencia y es una regulación obsoleta que data de la década de los años 60 cuando las madres se la pasaban el día entero con los hijos. Los padres ni conocían a los niños. No se puede perpetuar este enfoque que incluso es machista porque nos relega a las mujeres al papel de madres“, afirma.

Por su parte, Schmidt Bandelow señala que a final de cuentas los que más sufren son los niños. Por esa razón en Alemania los jueces nombran a un abogado del niño que acompaña el proceso hasta el final y emite su propio veredicto valorando, por ejemplo, la relación de cada uno de los progenitores con el menor. “Los progenitores tienen sus propios intereses y a menudo usan a los hijos como medios para alcanzarlos“.