Alemania al azar: una radiografía social

El hijo de David Lynch, Austin Lynch, viajó con un amigo, que se hace llamar Jason S., durante tres semanas a lo largo y a lo ancho de Alemania para entrevistar a gente común y corriente que encontraban recorriendo las calles, los supermercados o parques de las grandes ciudades.

Los documentales se hicieron sin guión y sin casting, y la dirección se dejó al azar. Los que se mostraron dispuestos a participar de las entrevistas se encontraron con preguntas muy personales, como por ejemplo “¿cómo fue su infancia?”, “¿hay algo de lo que te arrepientes?”, “¿cuáles fueron las experiencias que marcaron tu vida?” Unas cincuenta personas se mostraron dispuestas a responderlas, y en sus relatos se reflejan sus destinos individuales.

Una mirada distinta de la realidad alemana

Entre los protagonistas está, por ejemplo, Andrea, de 27 años y oriunda de Ratisbona, que cuenta sobre su relación amorosa: “Él es granjero, y yo soy una chica de ciudad. Somos distintos, pero nos queremos”. O Joachim, de la ciudad de Kassel, un hombre de 52 años, sumamente traumatizado, que cuenta, parado en el medio de la calle, que su padre abusó de él: “Cuando estaba mamá, la golpeaba contra la pared, y a nosotros, los niños, nos encerraba”. El fondo musical de guitarras y los primeros planos de los protagonistas acentúan estilísticamente los retratos intimistas, de cinco a diez minutos de duración, que pueden verse en la web de IPG (Interview Projekt Germany).

¿Qué es lo que caracteriza a Alemania?

El proyecto de entrevistas de David Lynch no es representativo de la sociedad alemana sino más bien una instantánea producto del azar. Fue una sorpresa para sus realizadores que tantos alemanes estuvieran dispuestos a hablar sobre su vida privada, ya que tienen fama de ser cerrados. Acerca de qué es lo típico de Alemania, Austin Lynch y Jason S. respondieron, muy seguros de lo que decían, durante una conferencia de prensa en Berlín: “Lamentamos desilusionarlos. Todos esperan que resumamos en una frase qué es lo que distingue a Alemania del resto, pero hasta ahora no sabemos qué es”.

El sueño de un proyecto mundial

El proyecto se inició en EE. UU., donde fue premiado dos veces con el Webby Award. Que se continuara en Alemania es también producto de la casualidad, ya que fue el productor alemán Stephan Balzer, de Red Onion, quien les ofreció financiarlo. El apoyo lingüístico les fue provisto por la directora de cine Judith Keil, que fue quien dirigió las entrevistas. Y esto no termina aquí, sino que los directores están decididos a seguir viajando por el mundo sin ruta prefijada y sin guión. Simplemente con el deseo de dejarse llevar, que parece fascinar los jóvenes cineastas. “Detrás de esto no hay más motivación que viajar y entrevistar a la gente”, dicen. En el mejor de los casos, en lugares cálidos, confiesan.

El principio del azar

Es posible que esta especie de roadmovie tenga que ver con la evolución de estos dos artistas de Nueva York. Jason S., de 39 años, es fotógrafo y documentalista. Austin Lynch es cineasta. Los dos son todavía desconocidos en el mundo del video y del celuloide, pero es claro que el hijo del internacionalmente famoso director David Lynch cuenta con todo el apoyo de su padre. No por nada, en la serie de entrevistas se lee: “David Lynch presenta, no Austin Lynch”.

Autora: Eleni Klotsikas/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López Magallón