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Brasil exige reciprocidad a China

12 de abril de 2011

La ampliación de la exportación de productos con valor agregado debe ser, según Brasil, el núcleo de las discusiones bilaterales en la visita a China de Dilma Roussef, que también participa de la reunión de los BRICS.

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La soja es la principal exportación brasilera a China.
La soja es la principal exportación brasilera a China.Imagen: AP

La visita de dos días de la presidenta brasileña Dilma Rousseff a Pekín, del 11 al 12 de abril, se centrará en una ampliación de las relaciones comerciales entre ambos países.

El portavoz del Gobierno de Brasil, Rodrigo Baena, dijo que el objetivo es la reciprocidad y que Brasil quiere “aumentar el ingreso de productos brasileños al mercado chino, así como la participación de las empresas en el desarrollo económico” de ese país. Baena destacó que las relaciones entre Brasil y China son una tradición que se mantiene desde 1974, y la adopción de un plan de acción conjunta para el período de 2010-2014.

“China debería abrir el mercado a productos brasileros”

Mina de hierro en Minas Gerais, Brasil.
Mina de hierro en Minas Gerais, Brasil.Imagen: picture-alliance/dpa

En entrevista con Deutsche Welle, Argemiro Procópio, profesor de Relaciones Internacionales y autor de dos obras sobre China, dijo que la relación entre las dos potencias está signada por una cooperación económica extraordinaria, especialmente luego de que China se convirtiera en 2009 en el mayor socio comercial de Brasil, y dado que se perfila como gran inversor en el país.

Pero Procópio asegura que la relación se desarrolla “dentro de estructuras extremadamente tradicionales”. Y recuerda que Brasil es un gran exportador de materia prima, es decir, de productos agrícolas y minerales, e importador de productos con valor agregado. “En cierto modo, se trata de una repetición de relaciones comerciales o económicas históricas que no son de interés para Brasil”. Para hacer viable una relación estratégica a largo plazo, “China tendría que abrir su mercado también a los productos brasileros con valor agregado”, afirma Procópio.

Relaciones bilaterales

Según el ministerio brasilero de Relaciones Exteriores, el intercambio comercial entre Brasil y China aumentó entre el año 2000 y el 2010 casi 25 veces. El canje bilateral creció de 2.300 millones de dólares en el año 2000 a 56.400 millones de dólares en 2010.

Datos del Consejo Económico Brasil-China (CEBC), indican que las inversiones de China en Brasil superaron los 13 mil millones de dólares en 2010, concentrándose principalmente en el sector energético del petróleo, el gas, la explotación minera y la siderurgia.

En un lapso de 10 años, las importaciones brasileñas de China pasaron de 1.200 millones de dólares a 25.600 millones de dólares. El año pasado, las exportaciones brasileñas a China alcanzaron los 30.800 mil millones de dólares, es decir, un crecimiento del 60 por ciento en relación con 2009. Materias primas como soja y mineral de hierro corresponden a un 68 por ciento del total. Entre el 2000 y el 2010, las exportaciones de Brasil hacia el país asiático pasaron de 1.000 millones de dólares a los 30.800 millones de dólares, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (Ipea).

El coordinador de análisis internacional del CEBC, Édison Renato, dijo a Deutsche Welle que hay una tendencia de permanencia y de expansión de las importaciones de productos brasileños por parte de China, “a pesar de que eso va en contra de los intereses de los industriales brasileros y del objetivo de agregar valor a las exportaciones que realiza Brasil”.

Dilma Rousseff, presidenta de Brasil.
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil.Imagen: picture-alliance/dpa

Según Renato, la aprobación, en marzo de 2011, del 12º Plan Quinquenal chino, pone en evidencia la preocupación por una evolución coordinada. El plan prevé un crecimiento económico medio del 7 por ciento hasta 2015, enfocado en la reestructuración económica y en el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas de alta tecnología. Renato señala que, debido a esas prioridades, “es difícil imaginar algún escenario con un límite más específico de China en relación con algún producto industrializado de Brasil”.

Lo que Brasil necesita, en opinión del analista del CEBC, es percibir la posición destacada de China en el escenario mundial y la demanda de ajustes en las estrategias económicas de otros países. Édison Renato argumenta que Brasil “al mismo tiempo que debe ajustarse a ese nuevo cuadro sinocéntrico, tiene que corregir los errores de años de políticas industriales y tentativas de desarrollo económico e industrial que no lo colocan en una posición internacionalmente competitiva como sería de desear”.

Compromisos oficiales

En el primer día de la agenda oficial en China, hoy, 12 de abril, la presidenta brasileña se reúne con el presidente Hu Jintao para discutir la profundización de la asociación estratégica chino-brasileña. También hoy, ambos jefes de Estado deberán firmar actas bilaterales en las áreas de ciencia y tecnología, defensa, agricultura, energía, educación y deportes.

Encuentro de los BRIC en Brasilia (2010).
Encuentro de los BRIC en Brasilia (2010).Imagen: AP

En el área empresarial, se firmarán acuerdos en los sectores de energía, telecomunicaciones y electrónica. Por la noche, el presidente chino ofrecerá un banquete para Dilma Rousseff.

El 13 de abril, la jefa de Gobierno de Brasil se encontrará con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Wu Bangguo, y con el primer ministro chino, Wen Jiabao. En la noche del miércoles, Dilma Rousseff se dirigirá a Sanya, donde tendrá lugar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los BRICS (Brasi, Rusia, China, India y África del Sur).

Autora: Éricka de Sá/ Cristina Papaleo

Editor: Pablo Kummetz