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Café contra la demencia

Pablo Kummetz15 de enero de 2009

Beber café y té a edad media puede reducir el riesgo de demencia senil y la enfermedad de Alzheimer en la vejez.

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Un cafecito, por favor.Imagen: AP

A esa conclusión se llegó en un estudio en Finlandia. Los investigadores analizaron un grupo de unas 1500 personas que ya había sido objeto de estudio hace dos décadas.

El estudio estuvo enfocado en la eventual relación existente entre el consumo de café y té a edad media y el riesgo de demencia senil y la enfermedad de Alzheimer en la vejez. Hasta ahora se desconocía el impacto de largo plazo de la cafeína sobre el sistema nervioso central. Esa influencia debe ser estudiada en largos periodos porque los procesos patológicos que llevan a la enfermedad de Alzheimer comienzan ya décadas antes de que ésta se manifieste clínicamente.

El consumo de café fue categorizado en el estudio a partir de tres grupos: consumo de 0 a 2 tazas por día (bajo), de 3 a 5 (moderado) y más de 5 (alto). El análisis del consumo de té se diferenció entre los no bebedores (cero taza por día) y los bebedores de la infusión (por lo menos una taza).

¿Terapias a base de café?

Gedeckter Kaffeetisch Kuchen, Kaffee, Torten
Café y torta: las damas hacen lo correcto.Imagen: Carlos Albuquerque

En el análisis final se constató que los bebedores de café en edad media tienen un riesgo de demencia senil y enfermedad de Alzheimer en la vejez más bajo, en comparación con quienes no toman bebidas con cafeína. El riesgo más bajo (un 65 % menor) fue registrado entre los bebedores moderados de café (entre 3 y 5 tazas por día). Los bebedores de té eran relativamente pocos y no se pudo constatar ninguna relación causal entre el consumo de la infusión y la demencia senil/enfermedad de Alzheimer.

Dado el enorme consumo de café a nivel global, los resultados pueden tener importantes implicaciones para la prevención o el retardamiento de las manifestaciones de demencia senil y Alzheimer. Los investigadores se han propuesto identificar ahora los mecanismos acerca de cómo el café protege contra esas enfermedades, lo que puede llevar al desarrollo de nuevas terapias.

El estudio fue realizado en la Universidad de Kuopio, Finlandia, en colaboración con el Karolinska Instituet de Estocolmo y el Instituto de Salud Pública de Finlandia, con sede en Helsinki, y publicado en el Journal of Alzheimer's Disease (volumen 16:1), en enero de este año.

Beber café también es bueno a avanzada edad

Las investigaciones de Finlandia vienen a confirmar un estudio realizado en Francia hace dos años, en el que se constató que tres tazas de café diarias pueden impedir la pérdida de la memoria también en la propia en la vejez, por lo menos entre las mujeres.

En el Instituto Nacional de Salud e Investigaciones Médicas de Montpellier se analizaron las capacidades cognitivas de unas 7000 personas en un lapso de cuatro años.

Una comparación del consumo diario de café dio como resultado que las capacidades intelectuales de las mujeres que tomaban más de tres tazas de café o té por día se reducían menos que las de las mujeres que tomaban menos de una taza por día.

Cuanto mayores eran las mujeres, más fuerte era el efecto: las de 65 años que bebían mucho café tenían un riesgo un 30 por ciento menor de perder la memoria. Entre las mujeres de más de 80 años, el riesgo era incluso de un 70 por ciento menor.

Lo extraño es que los investigadores no pudieron constatar los mismos efectos entre los hombres. Posiblemente el cuerpo de las mujeres reacciona más sensiblemente a los estimulantes psíquicos y su metabolismo los procesa de otra manera que el masculino.