Casa estival de Franco abre al público 35 años después de su muerte

Algo más de 35 años después de la muerte de Francisco Franco, los primeros visitantes pudieron entrar hoy en la que durante décadas fue la residencia de verano del dictador, el Pazo de Meirás, un castillo de aspecto medieval situado en la pequeña localidad gallega de Sada, en el noroeste de España.

Un enorme busto de Franco recibió a la entrada a curiosos, algún nostálgico del régimen y a un nutrido grupo de periodistas.

La residencia, que perteneció a la escritora Emilia Pardo Bazán, se la regalaron las autoridades de La Coruña al dictador en 1938, antes de que finalizara la Guerra Civil que dio lugar a una dictadura que no finalizó hasta la muerte del propio Franco, en 1975.

Querían demostrarle su lealtad y compraron el pazo con dinero que obligaron a pagar a los vecinos del pueblo como "donativo" y que redujeron de los salarios de empleados públicos.

Miembros de la Comisión para la Recuperación de la Memoria Histórica de La Coruña se concentraron hoy allí denunciando ese "expolio" y exigiendo que el pazo sea devuelto a la sociedad.

dpa