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Cincuentenario pitufo

Emilia Rojas S.14 de enero de 2008

Un cumpleaños redondo para pitufar como corresponde: cincuenta años cumplen los duendes azules que desde Bélgica conquistaron el mundo entero y se empeñan en seguir vigentes en el siglo XXI.

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El logo del aniversario pituficio.Imagen: Peyo/IMPS

Papá Pitufo es el único que se permite lucir canas. Los demás habitantes de la aldea siguen desafiando el paso del tiempo humano –que no es el mismo de ellos- sin haber perdido su encanto desde la primera vez que aparecieron marginalmente en 1958, en una historieta de “Johan y Pirluit”, en la revista Spirou, que ningún niño belga se perdía por ese entonces.

Pitufando se entiende la gente

Su dibujante, Pierre Culliford, alias Peyo, había dado a luz sin saberlo a unos de los personajes más famosos de la historia de los comics. Pasaron años hasta que los pequeños duendes alcanzaran la fama internacional, ayudados por la magia de la televisión. Pero, desde un comienzo, la fascinación que ejercieron sobre sus lectores resultó evidente.

Quizá el secreto haya radicado en el idioma pitufo que acuñaron y que ha encontrado diversas expresiones equivalentes en los distintos ámbitos lingüísticos, a partir del vocablo original schtroumpf (perfectamente inexistente). Peyo lo inventó en forma accidental en una comida, cuando quiso pedir la sal y no logró recordar la palabra salero, de modo que pidió que le pasaran el schtroumpf . En Alemania, por ejemplo, los Pitufos se llaman Schlümpfe y pitufar se dice lisa y llanamente schlümpfen (una simplificación que bien agradecerían incorporar al alemán los que intentan aprender esta lengua).

Una pasión belga

Peyo alias Pierre Culliford mit einer Schlumpffigur
Peyo junto a un pitufo en Cannes, en 1984.Imagen: picture-alliance/dpa

No es de extrañar que la cuna de estos gnomos haya sido precisamente Bélgica, con sus roces lingüísticos internos y su enorme devoción por el cómic. Peyo, que nació en Bruselas en 1928 y estudió en la Academia de Bellas Artes, tuvo dónde retroalimentar su fantasía. De hecho, belga es el origen de múltiples figuras mundialmente famosas, como Tin Tin (de Hergé) o Lucky Luke (de Morris).

Más que en otro país del mundo, el comic es considerado en Bélgica naturalmente como un arte. Y, como tal, se le concede la atención que merece, con un centro dedicado a la materia y un museo que, aparte de exposiciones ad hoc, ofrece la posibilidad de sumirse en el mundo de las historietas en una biblioteca con más de 25.000 ejemplares.

Mucho que celebrar

No sorprende pues que los belgas se propongan celebrar con bombos y platillos el cincuentenario de los Pitufos, realizando actividades durante todo el año en su honor, aunque en realidad el acta de nacimiento de los enanitos azules lleve la fecha del 23 de octubre. Desde ya, este martes se publica un nuevo libro en francés y se espera que durante el 2008 llegue a las pantallas del cine una nueva aventura pituficia con tecnología 3D.

Además, los pitufos invadirán 20 ciudades europeas, en las que se instalarán figuras suyas que los niños podrán decorar a su antojo. Conocidos artistas harán lo propio, con fines benéficos. Marketing en todo caso no les faltará a los cumpleañeros, que en este terreno ya se las saben todas y siguen facturando millones de euros anuales con sus productos licenciados en el mundo entero.