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Coches bomba vuelven a remecer Irak: decenas de fallecidos

15 de septiembre de 2013

Localidades de mayoría chiita son el blanco de los ataques, que sumaron un centenar de heridos.

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Irak no ha conocido un día de paz en los últimos meses.
Irak no ha conocido un día de paz en los últimos meses.Imagen: AFP/Getty Images

Irak padeció este domingo (15.09.2013) explosiones en todos los puntos cardinales de su geografía, las que dejaron un total de al menos 42 personas muertas y un centenar de heridos, en un nuevo y sangriento episodio de la violencia que afecta a ese país, sumido en una profunda crisis política y religiosa que ha empeorado por las diferencias existentes entre sunitas y chiitas.

El ataque más sangriento ocurrió en la ciudad de Hila, provincia de Babel, donde 18 personas perdieron la vida tras el estallido de dos coches bomba en una zona cerca de un mercado y de un tercero en un sector de la ciudad donde se arreglan vehículos. Si bien ningún grupo se atribuyó el atentado, que parecía coordinado, éste contaba con el sello de los islamistas insurgentes sunitas.

“Me preparaba para tomar mi desayuno en un restaurante cercano cuando hubo una enorme explosión y el humo y el polvo llenaron el lugar. Antes de que pudiera dar un paso, hubo otra explosión”, dijo Abu Ahmed a la agencia Reuters. “Corrí para ver cómo estaba mi hijo, que me estaba supliendo en mi tienda, y lo encontré cubierto de sangre junto a otros cuerpos. No quedaba ya nada de mi local”.

Interminable lista de masacres

Las tragedias se multiplicaron en Kerbala, 110 kilómetros al sur de Bagdad, donde un coche bomba mató a cuatro personas. Otro auto explotó en la zona de Jamsa Mil, al sur de Basora. En una carretera al norte de la provincia de Salahedín, al norte de Bagdad, varios hombres armados obligaron a tres personas que viajaban en un coche a bajarse del vehículo y las tirotearon antes de escapar del lugar.

La ola de atentados es interminable y parece que no quedara un lugar de Irak que no fuera afectado por la seguidilla de desgraciados acontecimientos. Otro artefacto explotó cerca de una vivienda en el pueblo de Bahraz, dejando tres muertos, entre ellos un profesor. Luego, dos coches bomba fueron detonados consecutivamente cerca de los mercados de la localidad de Al Dabsh, 25 kilómetros al noreste de Kirkuk, lo que causó la muerte de dos civiles. Las localidades afectadas son siempre de mayoría chiita.

En otro ataque, un guardia de seguridad que trabajaba en una instalación petrolera en el sur de Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad, pereció por disparos de hombres armados cuando se encontraba delante de su casa. El total de iraquíes muertos en agosto fue de 800, aunque las cifras podrían incrementarse y se teme que alcance los niveles de la cuasi guerra civil de 2006-2007, cuando mensualmente perdían la vida 3.000 personas por estos ataques.

DZC (EFE, dpa, Reuters)