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Colombia, ¿en la OTAN?

Luna Bolívar Manaut7 de agosto de 2008

La negociación es “a trua”, tiene fines militares y persigue objetivos políticos. La OTAN, Colombia y España deliberan sobre un contingente de soldados que podría hacer aumentar la nota latina en Afganistán.

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¿Serán colombianos bajo bandera colombiana los próximos en Afganistán?Imagen: picture-alliance/ dpa
En la ISAF, la fuerza internacional estacionada en Afganistán, combaten solados latinoamericanos pero no países de América Latina. En diciembre de 2001, esta fuerza recibió del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la bendición para emprender su campaña contra el régimen talibán. Pero sus tropas no actúan bajo bandera de la ONU, sino de la OTAN, y el mando lo ostentan Estados Unidos y Gran Bretaña.

Así las cosas, los latinos que luchan en tierras afganas lo hacen con uniforme norteamericano, o español. Pero la situación podría cambiar y Colombia convertirse en el primer Estado del subcontinente con efectivos en la región.

Colombia en combate

La guerra en Afganistán dura ya demasiado y los éxitos de la coalición internacional escasean. La presión de Estados Unidos sobre sus socios crece, sobre todo si son europeos: de Europa se espera más implicación, más soldados, más valentía, más dinero. Lo ha dicho el republicano John McCain y lo ha subrayado el demócrata Barack Obama, con lo cual la demanda se mantendrá gane quien gane los próximos comicios.

Deutsche ISAF-Soldaten in Afghanistan
Soldados alemanes de la ISAF.Imagen: AP

Europa responde con cautela: al fin y al cabo, la factura que pasaría un fracaso no sería igual en ambas orillas del Atlántico. Francia se ha comprometido a aumentar sus tropas, Alemania a no retirarlas por el momento. España mantiene 800 militares estacionados en Afganistán: poco si se compara con los 35.000 estadounidenses, legítimo si se tiene en cuenta que, en total, las Fuerzas Armadas españolas no superan los 80.000 miembros.

Con tan reducido ejército, a España le faltan soldados para completar una fuerza de reacción rápida. Y aquí es donde entra en combate Colombia: con el visto bueno de la Alianza Atlántica, los latinoamericanos aportarían un contingente de 100 efectivos a integrar en el destacamento español. Y todos contentos.

Las guerras de norte a sur

Afghanistan ISAF-Offensive im Süden Provinz Helmand
Sobre todo en el sur, las batallas son duras en Afganistán.Imagen: picture-alliance/ dpa

La OTAN es, por pura cuestión definitoria, una organización limitada geográficamente. Sin embargo, algunos países lejos del Atlántico han encontrado el modo de demostrar afinidad de valores y ganarse así el título de compañeros de armas. A ello aspira también Colombia, según el diario español El País, al tiempo que el apoyo en el delicado tema afgano podría terminar de sellar la amistad entre el Gobierno de Álvaro Uribe y Estados Unidos.

Colombia entrena ya en territorio propio a policías del país asiático en la lucha contra el narcotráfico. El envío de tropas a Afganistán supondría un segundo paso en la colaboración militar destinada a cultivar los contactos políticos con Occidente y, sobre todo, con el norte del continente. El único inconveniente residiría en que el procedimiento acabara convirtiéndose en camino habitual, o peor, en el único posible.

Soldat in Kolumbien
El 80% de los extranjeros en el ejército español proceden de Colombia o Ecuador.Imagen: picture-alliance /dpa

En su guerra contra el terrorismo, Estados Unidos, ha intentado implicar siempre al mayor número de países posibles. No todos apostaron por la implicación. Pero resultaría peligroso si las batallas del norte las terminan peleando los países del sur.

Ya muchos ejércitos norteños respiran aliviados con los soldados que les trae la inmigración. “Tu futuro está en las Fuerzas Armadas Españolas”, apela Madrid a los latinoamericanos, y promete empleo estable e integración en la sociedad. Las divisiones que más participan en misiones fuera del país, como la de los paracaidistas, fueron las primeras en abrirse a los extranjeros y, mientras éstos no estén en posesión de la nacionalidad española, no pueden acceder a puestos de mando.

Si finalmente los 100 efectivos colombianos llegan a Afganistán se van a encontrar con muchos compatriotas peleando como soldados rasos, a cambio de salario y aceptación, por los compromisos que España adquiere en la OTAN. Aproximadamente el 4% de la base del ejército español está compuesta por foráneos. El 80% de ellos nació en Colombia o Ecuador.