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Comisionado colombiano de la Verdad: “con tremendo miedo”

Mirra Banchón
12 de julio de 2022

Implementar las recomendaciones de la Comisión de la Verdad representará un gran desafío para Colombia. Se busca apoyos de Bruselas. DW habló con Leyner Palacios, comisionado en representación de las víctimas.

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Leyner Palacios, comisionado de la Comisión de la Verdad en Colombia, y Jutta Urpilainen, comisaria de Asociaciones Internacionales, en la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad, Bruselas, 12.07.2022
Leyner Palacios, comisionado de la Comisión de la Verdad en Colombia, y Jutta Urpilainen, comisaria de Asociaciones Internacionales, en la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad, Bruselas, 12.07.2022Imagen: Lukasz Kobus/EU

"La tarea apenas comienza, pero venimos con esperanza”, afirmó en Bruselas Leyner Palacios, que integra la  Comisión de la Verdaden Colombia. El informe que redactaron los once comisionados y sus recomendaciones representan "ahora el mayor desafío para la nación”, afirmó Palacios, pidiendo el apoyo de la comunidad internacional.

A dos meses de que expire el mandato de la Comisión, el informe fue entregado a Eeamon Gilmore, representante especial de la UE para derechos humanos, y a Jutta Urpilainen, comisaria de Asociaciones Internacionales. También fue presentado en la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo y a la Asamblea Eurolat.

"La UE ha brindado un gran apoyo al proceso de paz en Colombia y al trabajo de la Comisión de la Verdad. Por ello doy la bienvenida a la publicación de este informe”, declaró la comisaria Urpilainen después del encuentro.  

¿Para qué apoyo europeo?

Concretamente, ¿para qué se requiere el apoyo europeo? "Para completar la paz”, responde Leyner Palacios a DW. "Pues para que haya garantías de no repetición necesitamos que se lleven procesos de negociación con el ELN y de sometimiento con las distintas bandas criminales”, agrega. Viniendo de unas de las regiones más laceradas, Palacios afirma que no es casualidad que se haya detectado mayor impacto en territorios con poblaciones de un "color de piel distinto”.

"Aunque todos los colombianos sufrimos la violencia, en nuestros territorios ha sido exacerbada la saña con la que se asesinaba, descuartizaba y se sometía a la población a largos períodos junto a los cuerpos en descomposición. Vemos, además, un factor común en más de 2000 casos donde la Defensoría del Pueblo alertó de esas masacres: la omisión. El Estado simplemente no protegió a las poblaciones afrocolombiana, indígena, raizal y, de cierta manera, campesina”, afirma.

Inversiones y desaparecidos

"Nos angustia mucho haber detectado que las grandes inversionescoinciden con territorios donde hay graves violaciones a los derechos de las poblaciones más desprotegidas”, apunta Palacios avizorando asistencia internacional para una revisión rigurosa de las inversiones extranjeras.  También para avanzar en la búsqueda de las más de 120.000 personas desaparecidas: "Es una experiencia dolorosa, pero sanadora”, explica Palacios a quien le tocó buscar y reconocer a 86 víctimas de la masacre de Bojayá. "Sin justicia no habrá paz, pero sin verdad menos”, subraya.

Por otro lado, "para esas regiones pedimos ayuda para promover, desde el Estado colombiano, una nueva propuesta de desarrollo, pues si no hay salud ni educación se crean entornos proclives a la violencia. Si no cortamos ese circuito que lleva a los jóvenes a recurrir al narcotráfico y a las actividades ilícitas, vamos a tener conflicto para largo rato”, prevé Palacios, quien fue secretario general de la Comisión Interétnica por la Verdad del Pacífico.

En cualquier caso, el informe de la Comisión de la Verdad ha recabado elogios y admiración en las instituciones europeas. "Estamos comprometidos a contribuir a construir un futuro más justo, inclusivo y seguro para todos los colombianos”, declaró la Comisaria Urpilainen. Y precisamente la seguridad es otro de los pedidos de este líder del Pacífico:

"Estamos terminando el trabajo de esclarecimiento de la verdad. En dos meses nos toca volver a nuestros territorios. ¿Quién nos va a proteger en esas regiones de las que salimos amenazados? Son más de 800 hombres y mujeres los que estuvieron recogiendo testimonios. No sabemos cuáles van a ser las retaliaciones de los grupos armados que se han visto señalados. Vivo en una gran incertidumbre, con tremendo miedo”.

(jov)