Con los ojos de los caricaturistas: la canciller alemana

Todos le obedecen: Grecia y España han seguido ya las órdenes de la canciller, perdiendo hasta su última camisa. Italia también está por perder los pantalones y Portugal va mejor, pero obedece igual. En el sur de Europa se ve a la canciller como la dueña del circo, que decide qué medidas se deben tomar o no para salvar el euro (España, revista Nonada).

Angela Merkel es en Atenas la política europea que más se odia. Los griegos la responsabilizan personalmente del colapso de la economía del país y la creciente pobreza en Grecia. La representación de la canciller como guardiana de prisión es casi candorosa. A menudo se la ve como vampira, dómina e incluso con uniforme nazi (To paron, Atenas).

El Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy y Angela Merkel montan un chanchito alcancía en Europa. La canciller alemana irradia, por lo menos, un poco de encanto a la Juana de Arco, en comparación con las otras siniestras figuras. Así lo vio el dibujante portugués Rodrigo de Matos en el diario lisboeta “Expresso”.

La eurocrisis es tema hasta en la India. Ese gigante económico asiático ve ya perdida a la economía europea. Solo Alemania ha podido salvarse en una isla. ¿A quién le debe lanzar Angela Merkel el salvavidas? Una cuestión complicada, opina TVG Menon (Kakkanad Kerala, India).

En el norte de Europa, la canciller alemana no es vista como vampira. No puede extrañar, pues allí la moneda en circulación no es el euro, sino la corona. El dibujante sueco Jan-Erik Ander casi se compadece con Angela Merkel. Como cerda madre debe dar leche simultáneamente a ocho cerditos y un noveno viene en camino. No obstante, muy feliz no se ve (publicada en toonpool).

Algunos afganos creen que Angela Merkel es demasiado ingenua: la canciller alemana apuesta por la paz y les compra a los talibanes sus armas, con el consentimiento de Karsai, el presidente. Pero los talibanes ni siquiera piensan en abandonar la lucha armada y compran más armas en Pakistán. El caricaturista Shahid Atiqullah vive en Kabul y conoce los trucos de los fanáticos (Kabul Newspaper).

También en Estados Unidos se está firmemente convencido de que Angela Merkel es una dura negociadora y mantiene a Alemania firme en la senda del éxito. En los Estados Unidos en crisis, el caricaturista Bob Englehart y con él el presidente Obama se preguntan cómo hace la canciller para mantener a Alemania estable en medio de una Europa que se tambalea (The Hartford Courant; USA).

En la escena internacional, los políticos no pueden decir lo que realmente piensan de sus respectivos interlocutores. Muchos rusos creen que su presidente se parece un poco a Angela Merkel. Pero ésta no desempeña casi papel alguno en Rusia. “La última mujer importante en Rusia fue Catalina la Grande y desde entonces todo va cuesta abajo”, opina el caricaturista Denis Lopatin. (Russian facebook).

Revoluciones y guerras civiles conmocionan actualmente al mundo árabe. La canciller alemana no aparece en esos escenarios. En esa región dominada por hombres la gente se asombra de que se deje gobernar a una mujer. Además, Angela Merkel simboliza, como representante de un mundo masculino, un juguete de hombres: autos made in Germany. Así lo ve por lo menos el caricaturista JF Andeel.

Su calma y simpatía le han valido a Angela Merkel el apodo de “Mamá”. Las energías renovables, el euro, el escándalo de los drones y el affaire de la vigilancia de las comunicaciones: el alemán se sorprende de todo lo que la canciller es capaz de mezclar en su olla. E incluso si la sopa está demasiado salada, la confianza en Merkel parece no tener límites, opina el caricaturista Roger Schmidt.