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Violencia en Honduras

Eva Usi (CP)19 de abril de 2016

La presión sobre los recursos naturales en Honduras se traduce en una creciente violencia contra activistas medioambientales, denuncian en Alemania compañeros de Berta Cáceres, que piden mayor vigilancia internacional.

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Miedo en Tegucigalpa tras el asesinato de Berta Cáceres.
Miedo en Tegucigalpa tras el asesinato de Berta Cáceres.Imagen: Reuters/J. Cabrera

“Estamos viviendo un terror post traumático. Sobre todo las mujeres están muy afectadas. El mensaje de los asesinos de Berta es que nos desmovilicemos, pero nosotros seguimos nuestra lucha en las calles, exigiendo y denunciando", afirma Donald Hérnández, abogado y coordinador del Centro Hondureño de Promoción para el Desarrollo Comunitario, CEHPRODEC.

La organización concentra su trabajo en el derecho a la alimentación y apoya a las comunidades campesinas e indígenas en su reclamo por la tierra. Se encuentra presente en diez de los 18 departamentos de Honduras, un país de ocho millones de habitantes.

El ingeniero forestal Jehovany René Cruz Paz, director de la Fundación del Parque Nacional Pico Bonito (FUNAPIB), afirma, por su parte, que desde el golpe de Estado en 2009, que derrocó al presidente Manuel Zelaya, la impunidad y la corrupción se han agudizado a la par de la criminalidad y la pobreza.

Ambos activistas se entrevistaron con europarlamentarios en Bruselas, diputados alemanes y funcionarios del ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo para hacerles ver que sin presión internacional la situación no va a mejorar en el país centroamericano.

Activistas abogan en Europa por presión internacional al Gobierno de Juan Orlando Hernández. (Imagen de archivo).
Activistas abogan en Europa por presión internacional al Gobierno de Juan Orlando Hernández. (Imagen de archivo).Imagen: European Union 2014 EP

Las comunidades quieren transparencia

“Hay preocupación por lo que pasa en Honduras“, afirma Cruz Paz. El ingeniero hondureño subraya la necesidad de una mayor transparencia en su país y pide a los gobiernos europeos una mayor exigencia al Gobierno de Honduras. “Las comunidades deben tener acceso a la información para identificar, por ejemplo, la procedencia del capital de inversionistas que están financiando proyectos mineros y otros negocios“.

La organización alemana Salva la Selva encabeza una coalición de 22 organizaciones no gubernamentales que pidió a los consorcios alemanes Voith GmbH y Siemens AG que suspendieran su participación en la construcción del proyecto de construcción de la represa Agua Zarca, de cara a la ola de violencia en Honduras que mató a los activistas medioambientales Berta Cáceres, el 3 de marzo pasado, y Nelson García, pocos días después.

Las organizaciones destacan que retirarse del proyecto sería una clara señal de que ambas compañías toman en serio las convenciones internacionales sobre la protección de los derechos humanos y el medioambiente.

“De continuar en él mostrarían al mundo que los beneficios son más importantes que la vida humana“. También mencionan que los bancos de desarrollo FMO de Holanda y FinnFund de Finlandia suspendieron todos sus negocios con Honduras.

Berta Cáceres, activista hondureña asesinada.
Berta Cáceres, activista hondureña asesinada.Imagen: picture alliance/dpa/Goldman Environmental Prize

Condena de la violencia

Siemens AG y Voith GmbH respondieron con una carta en la que manifiestan su consternación por el asesinato de los activistas y condenaron la ola de violencia. Siemens destaca, sin embargo, que no está involucrado en el proyecto de Agua Zarca; que se trata de una iniciativa de Desarrollos Energéticos S.A. (DESA), una compañía basada en Honduras que trabaja con el apoyo de otras empresas.

Una de ellas es la brasileña Voith Hydro, filial de Voith GmbH, que suministrará tres turbinas para Agua Zarca. "Hemos manifestado nuestra preocupación a Voith Hydro y les hemos pedido que revisen su compromiso von este proyecto, dependiendo de los resultados de la investigación de los asesinatos. Continuaremos monitoreando este asunto", promete la misiva de Siemens AG.

Por su parte, Voith Hydro contestó también a través de una carta firmada por su presidente, Uwe Wehnhardt, que han pedido a las autoridades hondureñas que emprendan todo lo necesario para esclarecer el crimen y así poder llevar a los culpables ante la Justicia. "Saludamos la decisión del Gobierno de Honduras de pedir ayuda internacional en las investigaciones".

La empresa defiende la construcción de la represa: "No vemos ninguna posibilidad para reducir la pobreza sin un crecimiento económico sostenible. Países en desarrollo como Honduras necesitan una fuente confiable y sustentable de energía para desarrollarse exitosamente y la energía hidráulica es una alternativa segura, eficiente y amable al medioambiente", añade en la misiva el presidente de Voith Hydro.

Sepelio de Berta Cáceres en Honduras.
Sepelio de Berta Cáceres en Honduras.Imagen: Getty Images/AFP/O. Sierra

El pueblo Lenca, el más afectado por la ola de concesiones

Poco después del golpe de Estado en 2009 fue aprobada en Honduras la Ley General de Aguas, que concesionó los recursos hídricos y derogó decretos que prohibían proyectos hidroeléctricos en áreas protegidas.

El territorio del pueblo Lenca, desdendiente de los mayas, es el más afectado por los proyectos de construcción de 17 represas en su territorio. Agua Zarca y 40 proyectos vinculados a él generaron grandes conflictos desde que fueron anunciados, en 2011.

“La confrontación que se cobró la vida de Berta Cáceres nos ha motivado a tomar acción en el frente internacional. Estamos cansados de no tener respuestas a las denuncias en las instancias nacionales“, señala el director de FUNAPIB.

“Hemos venido a plantear el alto riesgo que significa para nosotros estar defendiendo el ambiente y los derechos humanos en nuestro país. Al igual que Berta, somos objeto de campañas de criminalización y de descrédito al acusarnos de que nos oponemos al desarrollo“, afirma Cruz Paz.

Según un estudio de Global Witness, la creciente presión sobre los recursos del planeta ha provocado un drástico aumento en los asesinatos por motivos ambientales y la competencia por la tierra. Según esa organización, entre el 2002 y el 2013 fueron asesinadas 109 activistas en Honduras. “La falta de atención que reciben esos crímenes está alimentando una impunidad a nivel endémico“, subraya el reporte.