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Cuadriga

Dana Eichhorst30 de julio de 2011

Masacre en Noruega - atentado contra un mundo abierto y tolerante

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Días después de la terrible masacre, Noruega continúa consternada. Todo el país está perplejo y profundamente dolorido ante el brutal doble atentado ocurrido en un edificio de gobierno en Oslo y en un campamento de las juventudes laboristas en la isla de Utoya. Su autor, Anders Behring Breivik, estuvo preparando minuciosamente durante años este ataque, con el que, a sangre fría, ha acabado con la vida de más de 76 personas. Breivik, de 32 años, ha sido detenido y se encuentra ahora aislado, en prisión preventiva. En su primera comparecencia ante el juez ha puesto la guinda a su atrocidad, al declararse "no culpable", explicando que quería defender a su país del Islam y el marxismo y provocar el mayor daño posible al Partido Laborista, de ideología socialdemócrata.

La policía cree que Breivik ha actuado en solitario, si bien este ha confesado pertenecer a diferentes grupos de extrema derecha. Así, poco antes de llevar a cabo el atentado, envió un panfleto de 1.500 páginas con el nombre de "Declaración de Independencia europea" a cientos de direcciones de e-mail de ultraderechistas europeos y estadounidenses. Se trata de un mensaje dirigido a todos aquellos que, como él, están en contra de una sociedad multicultural, una posición que, según los expertos en seguridad, no solo encuentra aceptación en los círculos de extrema derecha.

La masacre ha conmovido profundamente a la sociedad noruega. El presidente del gobierno, Jens Stoltenberg, la ha calificado de "tragedia nacional", y su respuesta ante el crimen es "más democracia, más humanidad, pero basta de ingenuidad". Existen pocos países tan abiertos y tolerantes como Noruega, donde apenas hay razones para el descontento social: no falta riqueza y la tasa de desempleo es baja. No obstante, parece que ello tampoco es una garantía de seguridad y paz social. Al igual que en Dinamarca o en Finlandia, la influencia del populismo de derechas ha crecido en Noruega en los últimos años. Además de la discusión de los partidos políticos, la cuestión de la seguridad ha adquirido relevancia, pero más seguridad, significa también un mayor control, algo difícilmente compatible con una sociedad abierta.


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Nuestros invitados:

Katarzyna Stoklosa - Esta investigadora en estudios culturales de origen polaco, estudia en la Universidad Europea Viadrina en Fráncfort del Oder. Tras una larga permanencia en la Universidad de Moscú y tras su doctorado colabora con diferentes institutos. En 2003 dirige la sección de Europa del Este de la Sociedad alemana de Política Exterior (DGAP). Actualmente trabaja en el Instituto Hannah Arendt para la investigación del totalitarismo en la Universidad Técnica de Dresde. En numerosas publicaciones se ha dedicado a analizar la actual situación política de Rusia. Hoy trabaja como profesora asistente en el Department of Border Region Studies en la Universidad de Sonderborg en Dinamarca.

Ramiro Villapadierna - Nació en 1964 en Madrid. Desde hace más de cinco años es corresponsal del periódico español "ABC" en Berlín.

Hinnerk Berlekamp – Tras sus estudios universitarios especializados en América Latina, comienza su carrera periodística en 1989 en el canal de radio Berlín International. Un año más tarde comienza a trabajar en el diario Berliner Zeitung, donde hasta hoy es el responsable del departamento de Política Exterior.