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Cumbre UE-China en tiempos difíciles

13 de febrero de 2012

En la política mundial no se puede soslayar a Pekín. La UE y China buscan, en un encuentro cumbre, aunar posturas en cuanto a materias económicas y problemas internacionales.

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Imagen: Reuters

La cumbre tiene lugar con retraso y en tiempos difíciles. Originalmente, las cúpulas de la Unión Europea y China habían planeado reunirse en octubre pasado, en Tianjin. Pero en esa ocasión la UE tuvo que cancelar la cita, porque la eurocrisis no dejaba tiempo disponible a sus líderes políticos.

El tema de la crisis europea de la deuda sigue estando, empero, en la agenda de este encuentro del primer ministro chino, Wen Jiabao, con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. A fin de cuentas, China dispone de un tesoro de divisas cercano a los tres billones de dólares, el mayor del mundo. Pero ya durante la visita que realizó la canciller alemana, Angela Merkel, a Pekín, a comienzos de febrero, Wen Jiabao no permitió que le arrancaran más que la vaga promesa de reflexionar sobre una posible participación en el salvataje del euro. Además, Wen dejó en claro que “la base y la clave para superar la crisis son los propios esfuerzos europeos”.

Angela Merkel en Pekín.
Angela Merkel en Pekín.Imagen: Reuters

Fuerza económica y política

China y Europa están estrechamente ligados económicamente. En 2010 se intercambiaron mercancías por un valor cercano a los 400.000 millones de euros. La Unión Europea es el mayor socio comercial de China. A la inversa, China está a punto de desplazar a Estados Unidos como principal socio comercial de Europa. En consecuencia, Pekín tiene gran interés en una Europea económicamente sana.

Más allá de lo anterior, China disfruta del status de “socio estratégico” de la UE, al igual que los restantes Estados del grupo BRICS: Brasil, Rusia, India y Sudáfrica. A comienzos de febrero, la comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, Catherin Ashton, exhortó a estos países a traducir su “fuerza económica en fuerza política” y a desempeñar con “confianza en sí mismos y ambición” su papel como socios de la UE, tanto en la lucha contra el terrorismo como en la política climática y en lo tocante a los derechos cívicos.

Gigante económico, no político

China, a la inversa, no cifra expectativas tan altas en la UE. Ésta es percibida como un gigante económico, pero también como un “enano” político. Demasiado les cuesta a los europeos encontrar una línea unitaria en asuntos políticos fundamentales. Por el contrario, China acaba de demostrar en el Consejo de Seguridad de la ONU que actúa como le place, al interponer un veto contra el proyecto de resolución sobre Siria. Y también hay otros puntos delicados en materia de política internacional, como la forma de proceder con irán.

Los embajadores de Siria y China en la ONU.
Los embajadores de Siria y China en la ONU.Imagen: Reuters

Para Herman van Rompuy, las diferencias de opinión son algo muy natural. En una entrevista con la DW, señaló: “Hablamos abiertamente sobre nuestras divergencias, éstas no son un secreto. Tenemos buenas relaciones con China; somos socios estratégicos. Pero también debemos ser sinceros: tenemos sistemas diferentes y en muchos asuntos pensamos distinto. Pero también compartimos muchos intereses comunes. Y tenemos la firme voluntad de configurar nuestras relaciones de la mejor manera posible”.

Puntos de fricción

Efectivamente, no faltan puntos de fricción entre estos socios estratégicos. China aspira a ser reconocida como una economía de mercado y desea el término del embargo de armamento. Los europeos, por su parte, no solo buscan en Pekín ayuda para superar la eurocrisis, sino que esperan también movimiento en la política climática, un mayor acceso al mercado, condiciones justas en las propuestas públicas chinas y una mejora en la situación de los derechos humanos.

Wen Jiabao, Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso en Bruselas, en 2010.
Wen Jiabao, Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso en Bruselas, en 2010.Imagen: AP

Para un mayor acercamiento mutuo, han de ponerse en marcha en Pekín varios proyectos conjuntos. Entre ellos se cuenta una asociación para el desarrollo urbano sostenible y el incremento de la cooperación en asuntos energéticos. En forma paralela a la cumbre política se organizó además la 7° Cumbre de Negocios EU-China, con el lema: “Cooperación al más alto nivel- innovación, industria e inversión”.

Autor: Matthias von Hein/ /Emilia Rojas

Editor: Pablo Kummetz