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Deporte (no) es salud

8 de diciembre de 2011

No es cierto que hacer deportes sea siempre beneficioso para el cuerpo. Exagerar trae problemas, advierte el profesor Ingo Froböse, de la Escuela Superior de Deportes de Alemania, en entrevista con Deutsche Welle.

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Maratón en Berlín.Imagen: dapd

Deutsche Welle: Profesor Froböse, los medios repiten constantemente que “el deporte es salud” y hasta las aseguradoras tienen programas para incentivar actividades deportivas. Pero igual escuchamos a menudo sobre futbolistas con cartílagos lesionados, saltadores de esquí anoréxicos, maratonistas con artrosis en las rodillas o en la cadera, deportistas de fondo con un hipertrofiado “corazón de atleta”… Por fin, ¿es el deporte saludable o no?

En alemán hay un refrán que dice que “el deporte es un asesinato, y el deporte masivo, un asesinato en masa”. Y algo de eso es cierto, porque mucha gente exagera al practicar deportes. Son muchos los que hoy día juegan con los extremos, usan y abusan del deporte para cruzar determinadas fronteras. Creo que exageramos con la actividad física. El deporte, en general, se ha profesionalizado demasiado. Se asume como una obligación para garantizar la sobrevivencia, aunque muchas veces es realmente al revés.

Los que exageran más bien le buscan problemas al organismo a través del deporte, pues no pueden diferenciar lo que es bueno para sus cuerpos, lo que realmente necesitan. Como científico del deporte, soy muy crítico con el modo en que se desarrolla actualmente esta actividad.

Según postuló hace años el profesor de medicina deportiva Wildor Hollmann, es suficiente hacer una media hora de deporte tres veces a la semana para mantenerse saludable. ¿Es esta afirmación aún actual?

Nordic Walking
Nordic Walking, o caminata nórdica, en el bosque.Imagen: dpa

Hace diez o quince años se afirmaba que era necesario practicar deportes intensivamente tres veces a la semana. Pero hoy nos hemos distanciado de esta idea. Sabemos, por ejemplo, que a un 75 porciento de las personas ni siquiera podremos motivarlas para hacer deportes, pues no les interesa, consideran la actividad física un esfuerzo que no desean hacer.

Así que entretanto formulamos nuestras recomendaciones de otro modo: necesitamos al menos 30 minutos de actividad física cinco veces por semana. Pero esta actividad física no tiene por qué ser entendida como "deporte". Podemos identificarla con: desplazarse al trabajo en bicicleta, dar un paseo en la pausa del almuerzo, ocuparse del jardín o el patio, incluso moverse de algún otro modo en la oficina.

Eso es también actividad física y ninguna célula del cuerpo puede identificar realmente si uno está haciendo una "caminata nórdica" en el bosque o moviéndose en bicicleta camino a la oficina. Ellas sencillamente perciben el movimiento y producen energía. Lo más importante es integrar la actividad física a la vida cotidiana. Aún cuando practicamos deporte tres noches a la semana, permanecemos inactivos otras 165 horas semanales.

El Instituto de Terapia del Movimiento, Prevención y Rehabilitación, donde usted investiga y enseña, contempla en su propio título la labor de "esclarecimiento". ¿Por qué se continúa esclareciendo prioritariamente en favor del deporte y no se difunden igualmente los peligros que éste entraña?

Deutschland Haupteingang der DSHS Köln
Escuela Superior de Deportes de Alemania, en Colonia: aquí se investiga críticamente sobre los beneficios del deporte para la salud.Imagen: DW

Es como con todo, el peligro está en la dosis. Las recomendaciones que hacen los médicos y otros científicos del deporte suelen partir de los conocimientos que se tienen sobre el deporte de alto rendimiento. Se ha hecho como en el mundo del automóvil, donde la producción en serie se ha derivado del desarrollo de la Fórmula 1. Pero la biología funciona diferente a un motor, tiene otras posibilidades de adaptación.

Además de aprender a conocer mejor el cuerpo humano, tenemos que aprender a compensar el desarrollo de nuestras condiciones sociales y ambientales. En la Era de Piedra no teníamos computadoras que nos quitaran parte de nuestro trabajo físico, escaleras automáticas en los centros comerciales o bandas para desplazarse en los aeropuertos. Así que nos toca hacer algo por nosotros mismos: ponernos en movimiento.

¿Qué tipos de deporte recomienda usted a las personas comunes y corrientes? ¿Qué es entonces saludable para los que no somos deportistas y de qué debemos mejor abstenernos?

Deutschland Professor Ingo Froböse von der DSHS Köln
Froböse, profesor de la Escuela Superior de Deportes de Alemania.Imagen: DW

Yo miro con recelo el hecho de que tantas personas actualmente quieran correr maratón. Yo mismo corro mucho, pero nunca correría maratón, pues eso significaría traspasar mi límite. Si uno les mide los valores sanguíneos en las primeras cuatro semanas tras la carrera, la mayoría de los maratonistas parecen prácticamente cardiópatas.

Lo importante es tener la medida de lo que es saludable: o sea, no más de 30 minutos de actividadad moderada cinco veces a la semana. Yo desearía que las personas volvieran a hacer un poco de gimnasia, cinco o diez minutos en la casa, con la ventana abierta, para recargar oxígeno y luz, así como fortalecer los músculos.

Nuestra musculatura tiene que esforzarse muy poco diariamente. Así que haríamos muy bien a nuestro corazón y nuestra circulación, a nuestro sistema inmunológico, si entrenáramos nuestra resistencia, por ejemplo, en forma de un paseo nocturno con nuestra pareja o con amigos. Esa es actividad física suficiente para la mayoría. Para los más entrenados no, pero para el 75 porciento de las personas es la recomendación correcta: moverse moderada y agradablemente, sin gran esfuerzo o sudor sobre la frente.

Entrevista: Tobias Oelmaier / RML

Editor: José Ospina-Valencia