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Sociedad

Docencia, drogas y delitos en Alemania

Carla Bleiker
23 de enero de 2017

El número de delitos relacionados con el consumo de drogas se duplicó en las escuelas de algunos Länder de Alemania. En otros, la cifra se triplicó. Los expertos desaconsejan dejar a los docentes solos con ese problema.

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Imagen: Imago/Blickwinkel

En las escuelas alemanas, los delitos relacionados con el consumo de drogas son muy variados; van desde enrollar un cigarrillo de marihuana a espaldas de los docentes hasta la compra-venta de narcóticos entre compañeros de clase. En todo caso, al comparar los estudios hechos en 2011 con los más recientes, que datan de 2015, salta a la vista que ese tipo de ofensas se ha vuelto mucho más frecuente en los centros de enseñanza del país. La mayoría de los casos reportados involucran el consumo de cannabis, pero en muchos otros es la heroína y la metanfetamina –conocida popularmente como crystal meth– la que causa estragos.

En el estado federado de Baden-Wurtemberg, la cifra se triplicó en ese lapso de tiempo de 348 a 939 casos. En Renania del Norte-Westfalia, el Land alemán más poblado, se duplicó de 443 a 897. En Sajonia, también se duplicaron y llegó a los 128 casos. La metanfetamina jugó un papel central en casi diez por ciento de las ofensas. No obstante, Hans-Jürgen Hallman, coordinador de la Fundación Ginko, matiza esos datos alegando que, cuando sonó la alarma en 2011 y 2012, "también se adquirió mayor conciencia sobre el fenómeno y se pusieron en marcha programas de prevención". Su empleador se dedica a la orientación de jóvenes.

Udo Beckmann, Verband Bildung und Erziehung
Udo Beckmann, dirigente del sindicato alemán de docentes VBE.Imagen: Foto Ostermann

Cambios positivos

Udo Beckmann, dirigente del sindicato alemán de docentes VBE, coincide con Hallman en que ha habido cambios positivos. "Estamos prestando atención a lo que ocurre en los alrededores de los colegios y contamos con la cooperación de la Policía. Pero la prevención también ha sido incluida en el pensum escolar. Los profesores no abordan el tema una sola vez, sino que lo integran a los asuntos discutidos en clase que sean pertinentes", agrega Beckmann. Cabe señalar, sin embargo, que eso no se hace en todas las escuelas.

De hecho, los expertos en la materia desaconsejan dejar a los docentes solos con ese problema porque no todos los centros educativos tienen los mismos recursos a la mano para alejar a los jóvenes de las drogas. La asociación civil No le des Poder a las Drogas (KMDD, por sus siglas en alemán) le ofrece gratuitamente a las escuelas un conjunto de talleres, retiros y cursos complementarios para docentes porque saben que los maestros y profesores muchas veces no tienen ni siquiera el tiempo para servirle de guías a sus alumnos.

Figuras ejemplares

"El problema es que, en muchas escuelas, la directiva cree que el tema de las drogas puede cubrirse en dos lecciones y eso no es realista", explica Sandra Hainzi, de KMDD, acotando que "lidiar con la adicción o su prevención sólo cuando surge un problema concreto es una aproximación errada". Beckmann y Hainzi están convencidos de que las labores de prevención deben ser asumidas también por los padres y representantes de los estudiantes. "Muchos padres no saben hasta qué punto sus comportamientos sirven de ejemplo", comenta Hainzi. Eso sí, también hay que prestar atención a las dinámicas que surgen entre los jóvenes y sus amigos.

Para Hainzi, mientras más elementos de la vida de un joven sean considerados en el marco del trabajo preventivo, más chances de éxito tiene éste. Es por eso que, a sus ojos, un programa de prevención escolar efectivo debe empezar con el involucramiento de los padres y seguir con el de otros adultos distintos de los profesores y los representantes; integrar a psicólogos escolares ayuda porque sirven como personas de contacto cuando una persona joven o alguien cercano a ella consume drogas.