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"El cargo por homicidio no caduca"

12 de mayo de 2009

El homicida de guerra más buscado por el Centro Wiesenthal será enjuiciado en Múnich tras su extradición desde EE.UU. John Demjanjuk habría asesinado a 29.000 personas. Su edad no evitaría que pague por sus crímenes.

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John Demjanjuk, presunto criminal de guerra.

John Demjanjuk es un presunto criminal de guerra nazi acusado del asesinato de 29.000 judíos. Fue trasladado a la prisión de Stadelheim, en Múnich, donde la Fiscalía presentará cargos contra él. Si su condena, luego de probarse su culpabilidad, será la adecuada, está por verse.

Demjanjuk, de origen ucraniano y cuyo verdadero nombre es Iwan, y no John, llamado por algunos “Iván el terrible”, era peón de campo cuando en 1940 fue enrolado por el ejército ruso. En 1942 cayó prisionero de los nazis, con quienes se decide a colaborar. Recibió su formación en el campo de concentración nazi de Trawniki, un pueblo cercano a Lublin, Polonia. Se lo acusa de haber llevado a cabo miles de torturas y espantosos crímenes ejecutados durante la ocupación nazi de Polonia, en su cargo de guardián del campo de concentración de Sobibor.

John Demjanjuk bei seiner Ankunft in München
Llega al aeropuerto de Múnich el presunto criminal de guerra John Demjanjuk.Imagen: AP

Deportación luego de varios intentos fallidos

Demijanjuk emigró a los EE.UU. en 1952, donde vive desde entonces. Ya en 1970 se lo acusó de ser haber sido guardia del campo nazi de Treblinka. Luego de varios intentos de extradición por parte de Israel, Demjanjuk fue deportado a ese país en 1986 y condenado a muerte en 1988 en Jerusalén, pero dicha condena fue suspendida en 1993 por el Tribunal Superior israelí por falta de pruebas.

En Alemania, la Oficina Central para el Esclarecimiento de los Crímenes del Nacionalsocialismo llevó a cabo investigaciones cuyo material fue entregado a la fiscalía de Múnich. Luego de verificarse la identidad de Demjanjuk, la Fiscalía solicitó un pedido internacional de captura en su contra. Sus abogados se opusieron a la deportación alegando que, dado su estado de salud era crítico, sería un “acto inhumano” trasladarlo a Alemania. Luego de que un video publicado por el periódico Cleveland Plain Dealer lo muestra caminando sin ayuda y de compras en un supermercado, el Tribunal de Apelaciones de Cincinatti dio luz verde a su deportación.

Krankenwagen vor Haus des mutmaßlichen NS-Kriegsverbrechers John Demjanjuk
La salida de Demjanjuk de su casa en Ohio, ocultada por una sábana.Imagen: AP

Para Wolfgang Benz, director del Centro de Investigaciones sobre Antisemitismo de la Universidad Tecnológica de Berlín, en entrevista con la emisora alemana Deutschlandfunk, Demjanjuk actuó como “ayudante de verdugos de la SS.” Para Benz, la cuestión de si se le evitará una estadía en la cárcel es secundaria.

Mientras Demjanjuk niega todos los cargos en su contra alegando que fue prisionero de guerra de los nazis, figura como primero en la lista de los criminales nazis más buscados del Centro Simón Wiesenthal de Jerusalén. Su deportación termina con más de tres décadas de enfrentamientos jurídicos.

Tratándose de uno de los criminales de guerra nazis más buscados en el mundo, su presencia ante los tribunales está sustentada por los largos años que lleva la justicia alemana preparando el proceso. Claro que antes de sentenciarlo, el Tribunal debe pronunciar el fallo. Pruebas no faltarían para constatar su actuación como torturador y ejecutor en el campo de concentración de Sobibor.

Condena a edad avanzada: ¿tortura para un torturador?

Ante la cuestión de cómo debe actuar la justicia en casos como el de Demjanjuk, en los que, alegando enfermedades y una edad avanzada, se intenta impedir que tales homicidas cumplan su sentencia en la cárcel, la justicia no debería verse obstaculizada. El cargo de homicidio no caduca para las leyes alemanas. Para Benz, “si se toma en serio el instrumento del Estado de derecho, un homicidio es un homicidio y debe ser investigado y castigado por la justicia, no importa cuándo se haya realizado, y tampoco importa la edad del homicida. En Alemania, el cargo por homicidio no caduca, por muy buenas razones. Qué tipo de condena se aplique no es lo más importante, pero no se puede renunciar al principio del Estado de derecho, del que estamos tan orgullosos y que es piedra basal de la convivencia en una sociedad. Por eso, John Demjanjuk debe responsabilizarse por sus crímenes, aunque los haya cometido hace 60 años.”

En la persona de Demjanjuk se esconde un verdugo, un ayudante que cumplía órdenes que iban desde la tortura hasta el asesinato de los prisioneros. Dicha jerarquía tenía ciertos privilegios, pero no los mismos derechos que los soldados nazis. Eran controlados por estos y se les ordenaba ejecutar los trabajos más sucios, como llevar a los condenados a la cámara de gas, quitarles sus vestidos y las pocas pertenencias que les quedaban, poner en marcha la maquinaria, entre otros servicios considerados “bajos”. Los sobrevivientes del campo de Trawniki describen a estos hombres, según Benz, como “muy brutales, sádicos y malvados”.

No sólo se trata de establecer un castigo, sino de la culpabilidad y de aplicar la sanción correspondiente, además de comprobar de qué se acusa a Demjanjuk. Porque el homicidio no caduca, y porque el cargo por asesinato no se extingue, se espera que el proceso a Demjanjuk sea fructífero.

Autora: Cristina Papaleo

Editor: José Ospina-Valencia