Quien ayuna renuncia a la ingesta de alimentos sólidos durante un corto espacio de tiempo. En su lugar se toman te, agua y caldos. Se afirma que con ello se purifican el cuerpo y el alma, se modifica el metabolismo y se limpia el tracto gastro-intestinal. Antes de comenzar, es importante el asesoramiento médico.
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Se aconseja no ayunar a embarazadas y a mujeres que están dando el pecho, personas con enfermedades infecciosas agudas y enfermedades orgánicas graves.