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El futuro no es tan prometedor

Daniel Martínez14 de junio de 2013

La formación y promoción de talentos jóvenes, motivo de orgullo para el fútbol de Alemania, es tema de un fuerte debate tras la eliminación temprana de la selección Sub21 en la primera ronda de la Eurocopa.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Con motivo de la final de la Champions League entre Bayern y Dortmund el mundo del balompié tomó nota del gran momento que este deporte vive en Alemania. Cuando se buscaron las explicaciones para ese auge, sorpresivo para muchos, fue obligatorio mencionar el gran trabajo que se realiza en la formación de jugadores, y en la manera en la que aquellos talentos destacados son integrados tempranamente a las plantillas de los equipos profesionales.

Fracaso inesperado

En Wembley, con dos equipos alemanes enfrentándose por el más codiciado trofeo del fútbol profesional, se presentaron 11 jugadores de la selección nacional, todos ellos fruto del programa de promoción de talentos. Había razones obvias para sentirse orgullosos de los futbolistas jóvenes y confiar en el futuro.

El verano, de no haber tenido en su programa la Eurocopa Sub21, habría dejado la sensación de que el fútbol alemán es nuevamente superpotencia y que gracias a sus talentos emergentes podría garantizar su prevalencia a largo plazo. Pero la Alemania que compitió en Israel en la Eurocopa Sub21 fracasó estrepitosamente al ser eliminada en la primera fase del torneo. Los alemanes cayeron derrotados ante Holanda y España, sus principales rivales en materia de modelos de promoción de las divisiones menores.

Lo que más preocupa a la crítica, es que el equipo de Alemania, a diferencia de los holandeses y los españoles, practicara un juego muy distante al característico de la selección profesional.

En la selección Sub21 de Alemania faltaron varios jugadores importantes que por edad podrían formar parte de ella, pero que no fueron convocados porque ya conquistaron un lugar en los equipos de primera y segunda división. La filosofía alemana en esta materia es clara: jugadores que han sido integrados a la selección nacional no bajarán nuevamente a niveles inferiores. Este principio ha despertado críticas, pues ello implica que a una competencia como la Eurocopa Sub21 de Israel no fueran los mejores jugadores de su edad, sino aquellos que aún no lograron escalar a la liga profesional, o que tienen pocas opciones de conseguirlo.

Preocupación moderada

Interrogado sobre la actuación de los juveniles en Israel, el entrenador nacional Joachim Löw desestimó cualquier motivo de preocupación y prefirió llamar a la cordura a los aficionados y observadores.

“No hay razones para desmedirse asegurando que Alemania va a dominar el mundo del fútbol en los próximos años”, aseguró Löw en diálogo con la revista Sport Bild, a lo cual el gerente del equipo nacional, Oliver Bierhoff agregó “escucho muchos elogios internacionales a nuestro trabajo en la cantera, pero hay que ser sinceros, esto tampoco es el paraíso”.

El entrenador de la Sub21, Reiner Adrion, ha sido ratificado en su cargo por la Federación Alemana de Fútbol pese al rendimiento de la selección a su cargo.

Queda igual la pregunta de sí los jugadores de la selección Sub21 que compitió con tan mala fortuna en Israel podrían convertirse en la columna vertebral del futuro equipo alemán, como sucediera con aquella selección que ganó la Eurocopa 2009 de la mano de Manuel Neuer, Mesut Özil, Sami Khedira y Mats Hummels.

Autor: Daniel Martínez

Editor: Claudia Herrera Pahl