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El pulso sigue: empleados de la embajada británica son detenidos en Irán

28 de junio de 2009

Occidente instiga las protestas en las calles de Teherán, acusa el régimen iraní desde que estallaran las primeras manifestaciones. Ahora, habrían sido detenidos entre 8 y 10 empleados de la embajada británica.

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Embajada británica en Teherán: escenario de un enfrentamiento.Imagen: AP

La cifra concreta está aún por comprobarse, dijo desde Londres un portavoz del Ministerio de Exteriores británico: de nueve a 10, calculan fuentes ministeriales; ocho apuntan varias agencias de noticias y los medios de comunicación iraníes, y no se descarta que alguno haya sido ya puesto en libertad.

Demonstrationen im Iran
Estado de excepción en Irán.Imagen: AP

Lo que parece fuera de toda duda es que diversos empleados iraníes de la embajada de Gran Bretaña en Teherán han sido detenidos. Se les acusa de participar en la organización de las manifestaciones que desde las pasadas elecciones han sumido a Irán en estado de excepción, e indirectamente les sirven de prueba de la implicación de sus empleadores en el transcurso de los recientes acontecimientos.

"Las detenciones son inaceptables y un intento de amedrentamiento sin precedentes", se quejó David Miliband, el ministro de Exteriores británico, que se encuentra en la isla griega de Corfú participando en el encuentro de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). "La idea de que la embajada británica está relacionada de algún modo con las manifestaciones de las últimas semanas no tiene ninguna base", añadió el político.

EE.UU., Reino Unido y los medios

Solidarität für die Opposition im Iran
Solidaridad con Irán: una manifestación en Bruselas.Imagen: AP

El pasado 24 de junio, el ministro de Inteligencia iraní, Gholamhossein Mohseni-Ejei, declaraba que "algunas personas con pasaporte británico" habían estado involucradas en los disturbios que acababan de acontecer en la capital del país. Ésta era una de las últimas acusaciones de intromisión de las muchas que el régimen islámico ha lanzado contra el país europeo desde el inicio de las protestas.

El núcleo que se aferra al poder en Irán trata de vestir las demandas de sus ciudadanos de campaña orquestada por Occidente. A la cabeza de los hostigadores extranjeros se encontrarían Estados Unidos, Gran Bretaña y los medios occidentales. "Aquellos que convocan a personas para salir a la calle [...] son responsables del baño de sangre", parafraseó Mohseni-Ejei al líder religioso iraní, el ayatolá Ali Khamenei. Quienes, "bajo cualquier nombre o título", alteren el orden público y quienes "intenten recaudar información para el enemigo, serán arrestados", advirtió entonces el ministro de Inteligencia.

Deutschland Iran Wahlen Lichter für die Opfer in Berlin
Berlín recuerda a las vícitmas de las protestas en Irán.Imagen: AP

Como puede suponerse, las detenciones de nacionales no son una excepción en Irán y menos aún en los revueltos tiempos que corren: según datos recaudados por la Federación Internacional de Derechos Humanos, las demandas ciudadanas habrían llevado a unas 2.000 personas a prisión. Finalizada, el pasado día 26, la reunión de ministros de Exteriores del G-8 en la localidad italiana de Trieste, el jefe de la diplomacia alemana, Frank Walter-Steinmeier, criticó el duro proceder de las autoridades iraníes contra los manifestantes. Pero ahora se trata de personal de una embajada europea y comunitaria, y el pulso entre Teherán y Londres, que transcurre ya desde hace días en paralelo a las protestas, adquiere una nueva dimensión.

Preocupación en Gran Bretaña

Außenminister David Miliband
David Miliband, ministro británico de Exteriores.Imagen: AP

"Todos los Estados europeos han dejado claro que apuestan por los principios de la actividad diplomática y que están dispuestos a defenderlos unidos", aseguró Miliban en Corfú. La batalla en las calles, interna y ciudadana, encuentra un contrapunto sobre el escenario de la política internacional y éste desarrolla muchos de sus actos en torno a la embajada de Gran Bretaña en Teherán. El pasado lunes, el Gobierno iraní le retiró el permiso de residencia a dos diplomáticos británicos, en respuesta a lo cual otros dos miembros de la embajada de Irán en Londres tuvieron que abandonar el país.

"En los últimos días hemos recibido una serie de mensajes, en parte confusos, sobre detenciones de británicos o personas vinculadas al Reino Unido", narraba el portavoz del ministerio londinense. Mientras, su jefe aseguraba desde la isla griega estar "muy preocupado" por el destino de unos empleados "que siempre han trabajado duro", y exigía su "inmediata puesta en libertad".

Autor: Luna Bolívar/ dpa/ afpd/ ap/ rtrd

Editora: Claudia Herrera Pahl