La abadía de San Jorge en Weltenburg está considerada la más antigua de Baviera y es muy famosa por su cerveza. Los monjes de Weltenburg preparan esta preciada bebida desde el año 1050. El agua para su elaboración procede de un pozo de 80 metros de profundidad en el mismo monasterio. Los visitantes tienen la oportunidad de navegar, a remo o a motor, por las estrechas quebradas de hasta 80 metros de altura. La primera parada será Kehlheim, punto de partida o de descanso para los amantes de la bicicleta de montaña y el senderismo. El recorrido por el Danubio bávaro acaba en el puente de piedra de Ratisbona, cuyo casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006. No hay que perderse el histórico Wurstkuchl, una taberna del siglo XIV, ni la catedral gótica.