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Ruedan cabezas en Gran Bretaña

18 de julio de 2011

¿Qué será del Scotland Yard después de la dimisión del jefe Sir Paul Stephenson? Y qué rumbo tomarán las relaciones ruso-alemanas después del escándalo del Premio Quadriga, son los temas de la prensa europea de hoy.

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Sir Paul Stephenson, jefe del Scotland Yard, dimitió de su cargo después del escándalo de intervenciones telefónicas.Imagen: picture alliance/dpa

La Repubblica, de Roma: “Scotland Yard. Este nombre basta, o más bien, bastaba para describir con una palabra lo que mejor funciona en Londres – el mito de detectives ambiciosos, de policías pacientes, de la incorruptibilidad y eficiencia. Pero ahora, este nombre ya no basta. El escándalo de intervención de teléfonos (hasta ahora) a cobrado su cabeza más importante: Sir Paul Stephenson, el jefe de la Policía de Londres. ¿Qué era lo que sabía este hombre, que encabezó el Scotland Yard desde 2009 (…) y que se dejaba pagar las vacaciones por el antiguo vicedirector de un periódico de prensa amarilla especializado en intervenciones telefónicas ilegales? En el mejor de los casos simplemente fue ingenio, en el peor de los casos cómplice voluntario. Pero algo es seguro: van a rodar más cabezas.“

La policía es un pilar de la sociedad

Independent, de Londres: “La dimisión de Stephenson nos hace ver las relaciones estrechas, para no decir incestuosas, entre la editorial holding “News International“ y la policía. Estos periódicos deberían ser responsabilizados, si en su búsqueda de secretos cruzan la linea roja hacia la ilegalidad. Pero no deberíamos exagerar las consecuencias que resultan de los hechos de un grupo de periodistas y editores para todo el país. No toda la gente de este país lee periódicos de Murdoch. Pero es otra cosa cuando se trata de la policía. Una policía honesta e incorruptible es uno de los pilares de una sociedad, sin la que no puede exisitir una democaria sana.“

“Medwedew sería más útil”

Gazeta Wyborcza, de Varsovia: “El escándalo del Premio Quadriga ha mostrado que Putin no tendría la capacidad para cumplir las tareas más importantes que la élite rusa le encomiende, si es que regresa al Kremlin. Personas del aparato estatal, funcionarios de los servicios secretos y de diferentes niveles, que se han enriquecido bajo Putin y depositado el dinero en los paraísos fiscales, sobre todo, quieren legitimar sus negocios y fortunas en los países sólidos de la vieja Europa y hasta en los odiosos EE.UU. Quieren convertirse, como se dice en Rusia, en “socios de los Clubes de Caballeros“ en cambio de ser vistos como nuevos ricos que intentan curar sus complejos de inferioridad con un lujo inimaginable. La historia de Premio Quadriga ha mostrado que Putin, con su imagen (negativa) en el Oeste, no les puede ayudar. Medwedew sería más útil, porque de seguro sí huberia obtenido el premio.“

El escándalo también perjudica las relaciones ruso-alemanas

Kölner Stadt-Anzeiger, de Colonia: “Se le puede dar vueltas como quiera: la renuncia del Premio Quadriga para el premier ruso Wladimir Putin es un fiasco para todos los involucrados – y sobre todo un fiasco que se pudo haber evitado. Un galardón y todos los que la celebran viven de la convicción y comprensión de sus decisiones. Esto ahora está puesto en duda. Vale el antiguo dicho: la confianza se gana penosamente – y se pierde rápidamente. Pero también salen perjudicados Putin y, queramos o no, también la relación ruso-alemana. Porque a un contemporáneo que le han retirado un premio, no sólo ha perdido ese premio. También un poco de su honra. No sólo no logró un incremento, sino que ha dejado un déficit.“

Autora: VC
Editor: José Ospina-Valencia