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“En los medios turcos hay autocensura“

7 de octubre de 2016

Los periodistas turcos Can Dündar y Erdem Gül reciben este año el premio Leipzig de Medios de Comunicación. En entrevista con DW, Gül explica el alto precio que pagan los periodistas críticos turcos.

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Erdem Gül
Imagen: Getty Images/AFP/O.Kose

Los periodistas Erdem Gül y Can Dündar fueron detenidos el 26 de noviembre de 2015. El motivo fue una noticia que publicaron sobre un camión de los servicios secretos turcos enviado a Siria, en el que viajaban armas para distribuir a los islamistas. Erdem Gül es responsable de la oficina en Ankara del diario Cumhuriyet. En el juicio fue condenado a cinco años de cárcel por "divulgar secretos de Estado”. Por su parte, Can Dündar, redactor jefe de Cumhuriyet, fue condenado a cinco años y diez meses por la misma razón. Las sentencias aún no se han ejecutado y Dündar vive actualmente en Berlín.

DW: Ha recibido numerosos reconocimientos internacionales por su artículo sobre el transporte secreto de armas de los servicios de inteligencia turcos para los islamistas en Siria. Este viernes (07.10.2016) se le ha concedido el Premio Leipzig a la Libertad y el Futuro de los Medios. ¿Qué significa este galardón para usted? 

Erdem Gül: En primer lugar, debo decir que no puedo tomar parte en la entrega de premios, ya que, tras el pasado intento de golpe de Estado del 15 de julio, se decretó el estado de excepción. Desde entonces se han publicado ocho decretos, uno de los cuales dicta la anulación de los pasaportes de aquellas personas contra las que haya investigaciones en curso, como es nuestro caso, porque podrían haber incurrido en crímenes contra el Estado. Eso no es una sentencia judicial, sino un procedimiento puramente administrativo. Por esa razón, no estaré presente en Leipzig. Pero quisiera añadir lo siguiente: mi país ya tenía graves problemas antes del 15 de julio en los ámbitos de la libertad, la democracia y la libertad de opinión, es decir, los principios básicos de la Unión Europea, con la que Turquía sigue negociando su entrada. El golpe de Estado no ha hecho más que incrementarlos. La libertad de prensa y de opinión viven allí sus momentos más difíciles. Por ese motivo, creo que este premio tiene que ver precisamente con esos esfuerzos nuestros. Además, con este galardón se reconoce la enorme presión que tenemos a la hora de llevar a cabo nuestro trabajo. 

¿Puede describirnos cómo es esa atmósfera de trabajo para los periodistas?

 Hace un par de días fueron cerradas diez emisoras de radio y canales de televisión, entre otros IMC TV y Hayat TV. No hubo sentencias judiciales, fue una clausura puramente administrativa. Sus dependencias fueron precintadas. Hay más de cien periodistas en la cárcel, algunos de ellos desde hace mucho tiempo, pero la mayoría desde el 15 de julio, por cosas que han escrito. Nunca han tenido un arma en la mano, solo han escrito. Para ejercer el periodismo hay que pagar un precio muy alto estos días. En estas condiciones, no solo es complicado escribir sobre grandes noticias, sino también informar sobre el día a día. Gran parte de los medios son afines al Gobierno y aplican la autocensura. No se puede escribir nada que no le guste al Gobierno o que no lo defienda.  

Can Dündar und Erdem Gül
Can Dündar y Erdem Gül, galardonados con el Premio Leipzig de Medios de Comunicación. Imagen: picture-alliance/AP Photo/V. Arik

¿A dónde conducirá esta presión sobre la prensa?

El jueves, por ejemplo, se publicó en el diario oficial una orden administrativa del Gobierno, por la que, en el futuro, los trabajadores de la prensa podrán ser suspendidos si se interpone contra ellos una denuncia por conexiones con una organización terrorista. La libertad se limita cada vez más con el estado de excepción. Además, se presiona económicamente a los medios. La vida cotidiana funciona tal vez, pero la libertad de prensa y la libertad de las personas para informarse son, cada vez más, un lujo.

Autora: Meltem Karagöz.