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Erdogan vs. Atatürk

Karsten Knipp
12 de abril de 2017

Con el presidencialismo al que aspira, Erdogan no solo quiere transformar el sistema político de Turquía y retomar tradiciones islámicas, sino también acabar con el republicanismo de Atatürk.

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Türkei Präsident Recep Tayyip Erdogan bei Memur-Sen-Treffen in Antalya
Imagen: picture-alliance/AA/Y. Bulbul

Mustafa Kemal "Atatürk" –nacido en Salónica en 1881 y fallecido en Estambul en 1938– fue un oficial del Ejército y célebre estadista turco, fundador y primer presidente de la República de Turquía, sucesora del Imperio Otomano.

Como presidente, Atatürk impuso una serie de reformas de gran alcance para crear un Estado moderno, democrático y laico. También abolió el cargo de imán del Parlamento, argumentando que "aquí no necesitamos oraciones”. Para Atatürk, escribe el renombrado historiador turco Şükrü  Hanioglu, solo había una religión: una religión secular, la religión de la República.

 

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Las reformas de Atatürk no cayeron igual de bien en todos los sectores de la población. La elite y los académicos las aplaudieron. La mayoría, tradicionalmente musulmana, las rechazó. En 1937, el laicismo fue declarado un principio básico de la República. También fue adoptado el calendario gregoriano, el fes fue sustituido por el sombrero occidental, fue adoptado el alfabeto latino en lugar del árabe, feriado pasó a ser el domingo en lugar del viernes y en 1934 se introdujo el voto femenino.

La sociedad profunda

Atatürk es considerado el modernizador de Turquía. Sin embargo, dice Hanioglu, Atatürk no supo interpretar la realidad profunda de la sociedad turca: "Atatürk subestimó la resistencia de las redes sociales de la sociedad musulmana. Como otros intelectuales de fines del siglo XIX y comienzos del XX, estaba convencido de que la religión pronto no sería más que un vago recuerdo del pasado”.

En 2023 se celebrará el 100 aniversario de la fundación de la República de Turquía. Erdogan quiere pasar a la historia como el estadista más importante del país después de Atatürk. Y también quiere algo más: "Quiere el poder absoluto, asegurado constitucionalmente”, dice Caner Aver, experto en Turquía del Centro de Estudios Turcos de Essen.

Atatürk, figura emblemática en Turquía.
Atatürk, figura emblemática en Turquía.Imagen: AP

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El proyecto de nuevo texto constitucional incluye cambios como la eliminación de la figura del primer ministro, la asunción por parte del presidente de todo el Poder Ejecutivo, la pérdida de capacidad de control ejecutivo por parte del Parlamento, la potestad del presidente de proponer los presupuestos, nombrar ministros sin necesidad del refrendo parlamentario, disolver el Parlamento, nombrar a más de la mitad de los miembros del Tribunal Constitucional, el aumento del mandato del presidente de 4 a 5 años y abrir la posibilidad a que el presidente pueda militar en un partido político.

Proyecto sobre identidad cultural

Para imponer la reforma, Erdogan busca el apoyo de la población que siempre tuvo una actitud distanciada con respecto a las reformas de Atatürk. Para ello tomó varias medidas con una gran carga simbólica: construyó una gran mezquita sobre una colina a orillas del Bósforo, aumentó los impuestos al alcohol y autorizó el uso del velo islámico en instituciones estatales, que hasta hace poco estaba prohibido.

Erdogan aspira a un reordenamiento político de Turquía. Para ello se define como polo opuesto a Atatürk. "Culturalmente, Turquía fue moderna solo en la superficie”, dice Hanioglu. Las energías conservadoras en las profundidades de la sociedad son aprovechadas ahora por Erdogan para imponer su proyecto. El referéndum es por ello también una votación sobre la identidad cultural del país.

Autor: Karsten Knipp (PK/DZC)