Escándalo de corrupción afecta lazo de Portugal con Angola
24 de febrero de 2017
Las relaciones entre Portugal y Angola se han visto afectadas después de que la Fiscalía lusa acusara al vicepresidente del país africano, Manuel Vicente (en la foto), de los delitos de corrupción, blanqueo y falsificación documental. Vicente es sospechoso de haber sobornado a un fiscal para que no continuase con una investigación sobre blanqueo de capitales que había abierta sobre él cuando ocupaba el cargo de presidente de la petrolera estatal Sonangol.
La decisión de la Fiscalía, hecha pública la semana pasada, es vista con desagrado por el Gobierno de Angola, antigua colonia portuguesa, que criticó este viernes (24.02.2017) la forma en la que el órgano judicial dio a conocer la acusación, a su juicio "poco amistosa y desproporcionada". La manera en que fue comunicada la noticia supone "un serio ataque a la República de Angola, susceptible de perturbar las relaciones existentes entre los dos Estados", declaró el Ministerio de Exteriores angoleño en un comunicado.
Esta semana, la visita que la ministra de Justicia portuguesa, Francisca Van Dunem, tenía previsto efectuar a Angola a partir del pasado miércoles fue aplazada "a petición de las autoridades angoleñas". "La visita no fue cancelada, las autoridades angoleñas comunicaron que no podía realizarse en la fecha en que estaba prevista", comentó el ministro de Exteriores luso, Augusto Santos Silva.
El primer ministro portugués, António Costa, también tiene previsto un viaje a Angola en primavera, pero el titular de Exteriores aseguró que por parte de las autoridades portuguesas la visita no está "comprometida". "Nosotros presentamos varias fechas para la visita del primer ministro y esperamos respuesta de las autoridades angoleñas", explicó Santos Silva, quien subrayó que en Portugal "la política externa compete al Gobierno y la administración de Justicia compete a las autoridades judiciales".
Las relaciones económicas entre Angola y Portugal se estrecharon en los últimos años y grupos de comunicación, petroleras, empresas de telecomunicaciones y bancos lusos son controlados, parcial o totalmente, por capital angoleño. (EFE)