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"EE. UU. no debe, en ningún caso, ir a la guerra con Rusia"

Darko Janjevic
15 de febrero de 2017

Ante el aumento de las tensiones en la OTAN, la alianza necesita urgentemente una nueva estrategia frente a Rusia. Un exembajador de Estados Unidos en Moscú y un exenviado alemán a la OTAN comparten su opinión con DW.

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Verlegung US-Panzerbrigade nach Polen
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Bielecki/PAP

Los argumentos sobre la reforma de la OTAN existen desde hace décadas. Sin embargo, la aparente ambivalencia del presidente de EE. UU., Donald Trump, sobre el rol de la organización ha desbaratado muchas nociones de larga data en Europa. Además de llamar "obsoleta" a la OTAN, Trump ha presionado a sus miembros para aumentar sus gastos en defensa y da así la señal de querer una política exterior de más aislamiento.

"¿Está la OTAN obsoleta? ¡Definitivamente!", señala a DW Jack Matlock, uno de los últimos embajadores de Estados Unidos en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y autor de varios libros sobre el fin de la Guerra Fría y sus consecuencias. "La OTAN se fundó para prevenir un ataque de la Unión Soviética a Europa Occidental. Rusia no es capaz de enfrentarse y dominar al resto de Europa ", según el exdiplomático. 

A diferencia de Trump, Matlock cree que impulsar el gasto en defensa sería un paso en la dirección equivocada. "Pensar que nuestras disputas serán resueltas por la vía militar es una ilusión peligrosa", dice Matlock, quien representó a los Estados Unidos en Moscú entre 1987 y 1991 y desempeñó un papel clave en la reducción de las tensiones entre la URSS y Occidente durante el Gobierno del presidente Ronald Reagan.

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Después de que la OTAN fuera fundada en 1949, su primer Secretario General, Hastings Ismay, dijo que su propósito era "mantener a los rusos fuera, a los norteamericanos dentro y a los alemanes abajo". Ahora que la Unión Soviética hace mucho tiempo que ya no existe y los estadounidenses han reconsiderado su papel, Alemania se ha convertido en el líder económico indiscutible de la Unión Europea (UE) y en un actor clave de la diplomacia mundial.

El ministro de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, y su homóloga alemana, Ursula von der Leyen.
El ministro de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, y su homóloga alemana, Ursula von der Leyen.Imagen: picture-alliance/AP Photo/K. Wolf

"Los alemanes, sin embargo, no tienen problemas con dejar que otros lideren en temas de seguridad”, explica a DW Joachim Bitterlich, embajador de Alemania en la OTAN a finales de la década de 1990. Durante su estancia en el ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, Bitterlich se convirtió en una de las principales autoridades del país, en un colaborador cercano del canciller Helmut Kohl. "(Trump) ha dicho que la OTAN está obsoleta, y podemos discutir sobre la definición de esa palabra, pero yo la interpretaría como una necesidad de reforma", dice.

Preparándose para Trump

Bajo el mandato de Trump, Washington probablemente presionará a sus aliados europeos para que aumenten sus esfuerzos militares, posiblemente incluyendo intervenciones cerca de la UE, según Bitterlich. A mediano plazo, esta tendencia debería conducir a un "pilar europeo" dentro de la OTAN y a una cooperación más estrecha entre la UE y la alianza. Bitterlich señala que Alemania, con su problemático pasado, se sentiría más cómoda liderando los asuntos militares conjuntamente con Francia.

La primera tarea de los europeos sería prepararse para la visita oficial de Trump en mayo, cuando se espera que asista a una reunión del G7 en Italia y a una cumbre de la OTAN en Bruselas. Esto incluiría la elaboración de un plan para mejorar y fortalecer la capacidad de defensa de los estados europeos. E incluíria, además, prepararse para disponer de una mayor especialización, así como de fuerzas, estructuras de mando y programas de armamento conjuntos.

"Una idea descabellada”

Las tensiones políticas entre Estados Unidos, la UE y Rusia llegan en un momento extraño, con tropas estadounidenses estacionadas cerca de las fronteras de Rusia y ambos países armando sus arsenales nucleares.

La anexión de Crimea a Moscú en 2014 encendió la alarma dentro de la OTAN. Y Rusia también ha sido acusada de enviar tropas al conflicto en el este de Ucrania. El mes pasado, Estados Unidos estacionó cientos de tanques y miles de soldados en los países bálticos (Polonia, Hungría y Rumania) para que ayuden a disuadir una posible "agresión rusa".

Sin embargo, tanto Bitterlich como Matlock rechazan los temores de que Rusia se vuelva agresiva con la OTAN. "Rusia no va a atacar a un pequeño vecino de la OTAN y Estados Unidos no debería, en ningún caso, ir a la guerra con Rusia. Esta sería una idea descabellada", advierte Matlock.

Cáucaso y Ucrania, la "línea roja” de Putin

"Para Putin, el Báltico ya es historia. Realmente no le importa, y lo mismo ocurre con Polonia", dice Bitterlich. En cambio, el presidente ruso ve al Cáucaso y a Ucrania como su "línea roja", un punto completamente incomprendido por los EE. UU. y sus aliados europeos, asegura Bitterlich.

"Creo que tanto los estadounidenses como los europeos han cometido demasiados errores frente a Rusia desde comienzos de siglo. Juzgaron mal a Rusia, los acorralaron innecesariamente, no escucharon las advertencias sobre la expansión de la OTAN, sobre Georgia y sobre Ucrania" enfatiza el experto alemán.

Para Bitterlich, ha llegado el momento de que la OTAN construya una relación más razonable con Rusia. Y si los europeos, incluyendo a los rusos, "deciden repetir eventos trágicos de su pasado luchando entre ellos, entonces los Estados Unidos no pueden salvarlos", enfatiza Matlock y añade, finalmente, que Europa "nunca será totalmente libre ni tendrá paz si excluye a Rusia o se hace enemigo de los rusos”.