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“La ira popular está justificada”

10 de agosto de 2011

Las violentas protestas en varias ciudades británicas ocupan hoy a los editorialistas europeos. Mientras unos las atribuyen a la discriminación social, otros creen que sólo se deben a los recortes de subsidios.

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Los jóvenes reclaman sus derechos, unos con violencia, otros, como aquí vemos, con decoro.Imagen: dapd

Independent, de Londres: “La policía (británica) está siendo criticada porque presuntamente reaccionó demasiado lento. Pero si hubiera reaccionado rápido ahora la estarían acusando de precipitada. Creer que la fuente de los desmanes radica en la discriminación social de los jóvenes es facilista. Cierto es que la falta de oportunidades en los barrios pobres de nuestras ciudades es un problema que los políticos y el Gobierno deben atender. Pero sería errado considerar la discriminación como única razón para los hechos violentos de estos días. Hay que sacar conclusiones, pero las correctas. Para ello necesitamos más y mejor información.”

Grito de indignación

Ouest-France, Rennes, Francia: "Los actuales brotes de violencia tienen que ver con los “cuts” o grandes recortes fiscales ordenados por el gobierno de Cameron a comienzos del año y que afectan, sobre todo, a los subsidios sociales. El medio en el cual ahora hay desempleo, pobreza y discriminación social es el mismo en el que tuvieron lugar las protestas en la era Thatcher. Con una diferencia, como apuntan observadores: las razones para ello han desaparecido para darle espacio a un sencillo grito de indignación semejante al que se escuchó en 2005 en los suburbios de ciudades francesas.”

Capital olímpica 2012: un vertedero de escombros

La Vanguardia, de Barcelona: “(…) El líder conservador tiene ahora problemas de más envergadura. Por eso ordenó que más de 15.000 policías patrullaran anoche la megaurbe londinense, en un intento desesperado de acabar con saqueos, incendios y todo tipo de delincuencia que han convertido grandes zonas de la capital olímpica del 2012 en un vertedero de escombros, cuyas imágenes rememoran las ruinas de los bombardeos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Algún alma caritativa dirá que es una exageración. Y que, en todo caso, la ira popular está justificada: de una parte, la muerte a balazos de un taxista negro detenido por la policía; de otra, la crisis que sacude la conurbación de la capital, que se ceba especialmente en los más jóvenes. A la espera del dictado de los próceres, estamos ante un estallido social de dimensiones colosales. Aunque todo acabe siendo fuego de cuatro días, se han saqueado comercios al grito de todo es gratis; se han incendiado edificios y grandes centros empresariales como un almacén de Sony, y se ha robado lo que no está escrito: desde vaqueros hasta televisores, pasando por guitarras eléctricas, pañales o papel higiénico. Ha habido delincuencia común al por mayor, pero probablemente algo más. Como casi siempre.”

¿Cómo podrá Cameron controlar la situación?

Die Leipziger Volkszeitung, de Leipzg: "Los disturbios se van a repetir hasta que los políticos escuchen a las juventudes. Pero para ello se necesita primero una invitación al diálogo. Pero las señales que envía el primer ministro británico, David Cameron, son todo menos eso. Primero, no quería interrumpir sus vacaciones y luego amenazó aplicar leyes draconianas de seguridad. Por eso es válido preguntar cómo es que Cameron va a garantizar unas olimpiadas seguras, si sólo se necesitan unos pocos cientos de jóvenes para paralizar las ciudades.”

Autor: JOV /dpa

Editora: Emilia Rojas