Estrategia efectiva
5 de diciembre de 2007
Le Figaro, de París: „La Casa Blanca ha dado una señal muy clara a la República Islámica. Si se parte de que Teherán no posee un programa de armas nucleares, se reduce el peligro de un golpe militar y se abre espacio para negociaciones. Si se pude negociar sobre las armas nucleares entonces también se puede negociar sobre el caso de Irak en donde cierta calma relativa hace pensar que lo iraníes ya no están interesados en una política de conflicto. Una distensión también beneficiaría la paz en el Líbano y en Palestina. Pero Teherán debe primero responder a la señal de apertura por parte de Washington”.
Falta de inteligencia
El País, de Madrid: “La llamada inteligencia estadounidense se ha desdicho de sus valoraciones de dos años atrás para afirmar ahora que Irán abandonó su programa de armas nucleares en el otoño de 2003, debido a la presión internacional. (…) El cambio en la Estimación Nacional de Inteligencia (NIE), elaborado por los 16 principales centros de espionaje de Estados Unidos, el mismo foro que avaló la afirmación de que Irak poseía armas de destrucción masiva, requiere una explicación a fondo por parte de la Casa Blanca. (…) Una rectificación que Bush no quiso ayer hacer al afirmar que el informe le da la razón y que Irán sigue siendo una amenaza, aunque le será más difícil ahora sacar adelante nuevas sanciones internacionales. (…) Quien ha quedado desarmado es el gran y último halcón, el vicepresidente de EE UU, Richard Cheney, pues hace ya algún tiempo que Bush, el Pentágono y el Departamento de Estado han girado hacia un nuevo realismo, abandonando el pensamiento neocon. Si la NIE está en lo correcto, es un triunfo de la diplomacia, que han ejercido esencialmente los europeos, aunque luego saquen bien poco fruto de sus resultados.”
La presión sobre Irán tiene éxito
Aftenposten, de Oslo: “Un nuevo informe de los servicios secretos de Estados Unidos constata que Irán puso fin a su programa de armamento nuclear en el 2003 por la gran presión internacional. Esta información resulta un contraste enorme con las declaraciones del presidente George W. Bush, que hace sólo dos semanas hablaba de la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial en el caso de que Irán poseyera armamento atómico. (...) Los informes de los servicios secretos estadounidenses y no por último su interpretación a veces resultan equivocados. Este fue el caso en la guerra de Irak. Israel rechaza la información proveniente de Estados Unidos. Nadie más que el mando en Irán conoce la verdad. La conclusión más importante que se saca del informe de los servicios secretos es que la presión constante unida con el diálogo ha hecho mella en Irán. Así lo debería registrar también el Consejo de Seguridad de la ONU, gremio que no ha logrado coordinar del todo su política de cara a Irán.”