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Ataque contra la democracia

23 de noviembre de 2011

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que toma muy en serio el peligro que emana de la extrema derecha y que se estudia también la prohibición de partidos de ese cuño ideológico.

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Extremismo de derecha: una amenaza seria.Imagen: picture alliance / dpa

En medio de los problemas de grueso calibre que enfrenta el gobierno alemán por estos días, comenzando por la crisis de la eurozona, el tema de la amenaza del extremismo de derecha no ha pasado a segundo plano. El caso de una serie de asesinatos de extranjeros en los últimos años, que según se ha descubierto ahora correrían por cuenta de una célula de ultraderecha, conmociona no sólo a la opinión pública sino también a la cúpula política. Tanto es así que la canciller alemana abrió su presentación de este miércoles 23 de noviembre en el debate general del Bundestag refiriéndose a estos hechos, que calificó de un ataque contra la democracia.

Emotivas fueron las palabras de Merkel, que pronunció el nombre de cada una de las víctimas atribuidas a la “célula de Zwickau“. Pero, junto a la solidaridad con los deudos, el asunto requiere también un claro posicionamiento político, como el que adoptó en la víspera el Parlamento alemán en una resolución conjunta. Merkel lo destacó en su discurso, en el que expresó su espanto por el “grado de odio y xenofobia“ que revelan esos crímenes.

Falencias en los servicios de inteligencia

Pero también los errores cometidos por los organismos de inteligencia y su falta de eficacia en este caso siguen en el primer plano. “El hecho de que semejante célula de extrema derecha existiera, cometiera semejantes atrocidades silenciosamente y haya podido actuar durante una década en la clandestinidad sin ser descubierta, no tiene parangón“, indicó la jefa del gobierno alemán.

Angela Merkel habla ante el Parlamento, en Berlín.
Angela Merkel habla ante el Parlamento, en Berlín.Imagen: dapd

No obstante, Merkel no hizo suyo la queja de que los organismos de seguridad cojean del pie derecho. A su juicio, con ello sólo se consegue meter una cuña en la unidad de los demócratas. La opinión pública alemana, sin embargo, parece compartir mayoritariamente esos reproches: de acuerdo con una encuesta realizada por la empresa Forsa, por encargo de la revista Stern, un 74 por ciento de los consultados considera que las actividades de los neonazis no son combatidas con suficiente determinación. Además, un 64 por ciento dijo confiar poco o nada en el trabajo del organismo (de inteligencia) de Protección de la Constitución.

En NPD en la mira

Junto con reiterar el compromiso de que se hará todo lo posible por esclarecer lo ocurrido en este caso, Merkel indicó que se estudian todos los recursos legales, incluyendo el difícil asunto de la prohibición de partidos. Con ello aludía a la posibilidad de declarar ilegal al NPD (Partido Nacionaldemocrático de Alemania), un partido ultraderechista que las autoridades quisieron ya marginar de la ley en 2003. En esa oportunidad, la iniciativa fracasó ante los tribunales, debido a la gran cantidad de informantes infiltrados en las filas de dicha colectividad.

Miembros de la organización juvenil del NPD.
Miembros de la organización juvenil del NPD. (Archivo)Imagen: picture-alliance/dpa

De acuerdo con la encuesta de Forsa, un 60 por ciento de los entrevistados se manifiesta a favor de prohibir el NPD. Pero las autoridades no quieren sufrir otro revés como el de años atrás y buscan un camino viable para poner coto a sus actividades, sin tener que renunciar por completo a infiltrar agentes que, según el ministro del Interior, entregan valiosa información.

Autora: Emilia Rojas

Editor: José Ospina