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Guerra de facto en el Cáucaso

Luna Bolívar Manaut8 de agosto de 2008

Era el ocho del ocho de 2008 y Europa se preparaba para acomodarse en el sofá y disfrutar de una dosis de kitsch en directo desde Pekín. Sin embargo, en Osetia del Sur un conflicto tomaba tintes de guerra.

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Tanque georgiano en Osetia del Sur.Imagen: AP

El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, tuvo que interrumpir sus vacaciones. La canciller, Angela Merkel, la Unión Europea y la OTAN apresurarse a llamar a la mesura a las partes enfrentadas. La Cruz Roja pide que se abra un corredor humanitario. Las noticias hablan de aviones de combate, de tanques, más de mil muertos, de edificios destruidos y contradictoriamente de quien avanza en la batalla. Todo suena demasiado a guerra.

Karte Kaukasus Georgien mit den Teilrepubliken Abchasien und Südossetien englisch

Osetia del Sur es una región secesionista que forma parte, por lo menos en la teoría y según la oficialidad, de Georgia. De facto, los osetios son independientes desde finales de 1991 y la población de esta provincia, que limita y mantiene estrechos lazos con Rusia, reafirmó en un referéndum celebrado en 2006 su deseo de separarse del Estado al que todavía pertenece. Pero Georgia no está dispuesta a aceptar la partición de su ya de por sí reducido territorio.

Supuestamente, georgianos, osetios y rusos, en el papel de mediadores, iban a mantenerse este agosto sumidos en la búsqueda de una solución. El encuentro previsto para el ocho del ocho de 2008 estaba llamado a pasar inadvertido: en China se inauguraban los Juegos Olímpicos. Pero en lugar de sentarse a conversar, Georgia rompió el alto el fuego recién declarado y marchó sobre Osetia. La respuesta rusa no se hizo esperar.

Osetios con pasaporte ruso

Konflikt in Südossetien Evakuierung der Bevölkerung
Civiles abandonan Osetia del Sur.Imagen: AP

El oído internacional se acostumbra con espectacular eficacia al rumor de ciertos conflictos, sobre todo si son de baja intensidad. Con relativa periodicidad, cuando Rusia derriba un avión georgiano o Georgia se queja de las interferencias rusas, la prensa recuerda que en el Cáucaso siguen latentes algunos desacuerdos. Esta vez, sin embargo, el murmullo debería haber levantado mucho más revuelo.

Según informa la agencia de noticias dpa, en los últimos días miles de personas, sobre todo niños, habrían abandonado Osetia del Sur para buscar refugio en la vecina Rusia. Corrían rumores de que Georgia preparaba una acción contra la provincia rebelde. O, en palabras del general georgiano Mamuka Kurashvili, para “reestablecer el orden constitucional”.

Südossetien: Mehrere hundert Tote bei Kämpfen in Konfliktregion
Misiles georgianos bombardean la capital de Osetia.Imagen: picture-alliance/dpa

“Rusia hará todo lo necesario para defender la vida de sus ciudadanos, se encuentren éstos donde se encuentren”, advirtió el presidente ruso, Dmitri Medvedev. Ciudadanos rusos son los alrededor de 1.000 soldados que Moscú mantiene estacionados en la región como parte de un contingente de tropas de paz. Pero ciudadanos rusos son también, en un 90%, los osetios: desde hace años, Rusia reparte con generosidad pasaportes en la región.

Apelando a Estados Unidos

“No vamos a dejar sin respuesta la muerte de nuestros compatriotas. Los culpables serán castigados”, declaró Medvedev. Moscú acusa a las tropas georgianas de limpieza ética en Osetia del Sur y su ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, habla de civiles que huyen en medio del pánico. Sobre la provincia cae artillería pesada: rusa de un lado y georgiana del otro.

US-Soldaten bei Militärübung in Georgien vor Tiflis
Soldados de EEUU en un ejercicio militar en Georgia.Imagen: picture-alliance/dpa

“Rusia está librando una guerra en nuestro propio territorio”, decía el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, a la cadena de televisión estadounidense CNN. “Esta ya no es una cuestión que afecte sólo a Georgia, sino a Estados Unidos y a los valores que representa. Somos una nación amante de la libertad que está siendo agredida”.

La instancia a la que se dirige Saakashvili no es casual: su Gobierno cultiva buenas relaciones con Washington. Estados Unidos apoya el ingreso de Georgia en la OTAN, y Rusia se queja desde hace años de que la Alianza arma al país y entrena a sus fuerzas armadas. Georgia, por su parte, envió 2000 soldados a Irak como muestra de apoyo a la lucha contra el terrorismo, de los que ahora retirará la mitad como señal de la grave situación interna en la que se encuentra.

Estados Unidos se ha apresurado a puntualizar que sus militares no están envueltos en este conflicto. De momento, los norteamericanos dicen optar por la vía diplomática, han enviado un representante y formarán parte de una delegación especial en la que también participan la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

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Russland Friedenstruppe für Südossetien und Georgien
Miembros de las fuerzas de paz rusas destinadas en Georgia.Imagen: AP

El mundo al revés

Hace tres semanas, Steinmeier, el ministro de Exteriores alemán, presentó un plan de paz para Georgia. Osetia del Sur y Abjazia lo rechazaron. Para estas dos regiones, que ya gozaron de un estatus especial durante los años soviéticos, no hay más compromiso posible que la independencia. Y cuentan con un precedente que habla a su favor: el de Kosovo.

Ya advertimos que la independencia de Kosovo iba a traer muchos problemas, aprovechó para recordar Rusia. Tradicional aliada de Serbia, Rusia se oponía a la secesión de la provincia balcánica, que ya ha sido reconocida como Estado por un sinfín de países occidentales, entre ellos Estados Unidos y Alemania.

En la práctica, osetios y abjazios son más autónomos de lo que lo eran los kosovares, pero a ellos no los ha acogido la comunidad internacional con la misma aceptación: no conviene contrariar al complaciente Estado en el que aún se integran. Moscú, en cambio, está ahora del lado de los separatistas, porque la pro occidental Georgia no le es tan afín como la hermanada Serbia. Al final, las causas se ven a través de lo que dictan las simpatías.