1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Hijos de la guerra

DW WORLD13 de marzo de 2008

Una corte alemana encontró culpables a seis oficiales del ejército alemán, acusados de autorizar tratos crueles, inhumanos o degradantes contra sus algunos de sus subordinados durante la fase de adiestramiento.

https://p.dw.com/p/DO16
Uno de los oficiales inculpados gesticula durante el proceso.Imagen: AP

La prensa alemana comenta estos acontecimientos. El Tageszeitung, de Berlín, dice al respecto: “Tanto las sanciones monetarias como las penas privativas de la libertad constituyen una señal que el tribunal de Münster envió a la Bundeswehr, en el juicio penal más grande en la historia de esa institución. Ellas dicen claramente a cada oficial y suboficial que la tortura no tiene ni el más mínimo sitio dentro del programa de adiestramiento de los reclutas, y que el ejército alemán no puede verse a sí mismo como un organismo libre de estándares morales. La sentencia indica asimismo que quienes conforman las fuerzas armadas alemanas no son más que ‘ciudadanos con uniforme'. La sola idea de que los soldados no solamente deben responder a órdenes sino también a los derechos humanos es la que hace que una institución de este tipo sea compatible con un entorno democrático.”

Hijos de la guerra

También de la capital alemana, el Berliner Zeitung afirma: “La guerra implica violencia. Y también deja libres a sus hijos encadenados por la misma violencia. Los oficiales instructores del cuartel de Coetsfeld, de capacidad comprobada en misiones extranjeras, alejaron a sus subordinados de la realidad cuando los hicieron incurrir en prácticas dudosas sin el menor cargo de conciencia. Sus superiores jamás reconocieron haber hecho otra cosa que cumplir con los manuales de instrucción, al ordenar la práctica de secuestros simulados. Éste es el verdadero escándalo; que ninguno de los oficiales de la Bundeswehr viera aspectos reprochables en tales prácticas anómalas. Pese a las tibias sentencias, lo que sucedió en Coetsfeld fue una privación ilegal de la libertad, marcada con un sello institucional. Y de ello no es responsable la sociedad, sino los cuadros directivos de la Bundeswehr.”

Silencio y terror

Desde Lübeck, el Lübecker Nachrichten incorpora otro elemento a la discusión: “Es lamentable además que ninguno de los jóvenes soldados que sufrieron estos tratos degradantes hayan visto en ellos razón suficiente para quejarse sobre estas prácticas ilegales e inhumanas. ¿Qué clase de tropa es ésta, que se desenvuelve en medio del terror, y en la cual impera el silencio? ¿O es que acaso la Bundeswehr es un modelo a escala de una sociedad en la que el silencio frente a los crímenes forma ya parte de la normalidad? Las fuerzas armadas alemanas, que están lejos de superar aún su propia crisis de identidad, se hacen flaco favor al disimular u ocultar tales sucesos. La Bundeswehr es una institución de una Alemania democrática, y por ello mismo debiera cuidar ante todo los derechos de sus propios soldados.”