Hongos: bellezas despreciadas

Los hongos no solo se reproducen sobre los alimentos, sino también ahí en donde encuentran agua, oxígeno o una fuente de carbono, como en el azúcar. Por ello se encuentran en la tierra, las plantas y los abonos.

Gracias a las esporas, los hongos toman diversos colores. Las esporas crecen sobre las cabezas de los hilos. Es la fuente alimenticia la que define el color que los hongos tomarán.

En estas cabezas maduran esporas. Una ligera brisa basta para transportarlos. Así se extienden en círculo. Dependiendo de la edad y fortaleza forman un verdadero tapiz.

Los hongos también son benéficos. Los llamados “saprofitos” descomponen material orgánico como madera, cuyas sustancias nutritivas pueden absorber las plantas. Además, los mismos hongos sirven de alimentos a insectos y arañas.

De algunos hongos se fabrica incluso penicilina. En la industria alimenticia son utilizados para procesar salchichas, como “salami” o “quesos azules”.

Los hongos son más conocidos como parásitos de plantas, animales o humanos, que enferman por su culpa. Hay hongos que son resistentes al calor y a los aditivos conservantes usados en algunos alimentos.

Si los humanos se exponen por demasiado tiempo a ciertos hongos, pueden desarrollar alergias, asma, neurodermatitis, migraña y/o dolores de cabeza.

Las micotoxinas son gases producidos por los hongos, que pueden ser dañinas para salud e incluso pueden generar cáncer. Son más de 200 las especies de hongos que producen micotoxinas, que, por lo general, son inhaladas.

¿Se debe desechar una manzana porque tiene algo de moho? Sea mermelada, pan, nueces, queso o frutas, si tienen algo de moho, se debe tirar todo, porque buena parte de los hongos están en el interior y no son visibles a simple vista.