Huracán "Klaus" afectó principalmente a España y Francia

Fue el segundo huracán más fuerte de los últimos 15 años y cobró la vida de por lo menos 37 personas en España, Francia, Escocia, Turquía, Alemania y Portugal.

"Klaus" alcanzó velocidades de hasta 200 kilómetros por hora que causaron importantes destrozos, árboles y torres eléctricas derribados, tejados destruidos y restos esparcidos.

En Alemania murieron por lo menos tres personas; dos en accidentes automovilísticos y una más por el impacto de una puerta desprendida que le pegó en la cabeza.

La peor parte se la llevó España en donde murieron 12 personas. Cuatro niños de entre 9 y 12 años, y tres adultos murieron al derrumbarse parcialmente un pabellón anexo a un campo de béisbol en Sant Boi de Llobregat, en Barcelona.

En Francia la tormenta costó la vida a cuatro personas.

Miles de personas fueron evacuadas de sus hogares y pasaron la noche en bibliotecas y centros deportivos. El domingo la atención se concentró tanto en España como en Francia en sofocar incendios causados por la caída de torres de alta tensión, y en devolver el suministro eléctrico y de telefonía a las áreas más afectadas.

Aprendiendo de 1999

"Klaus" recordó a muchos el terrible huracán de diciembre de 1999 "Lothar", que cobró tan sólo en Francia la vida de 92 personas. A raíz de este huracán la agencia meteorológica francesa Météo France estableció un sistema de alerta que se puso en marcha días previos a la llegada de "Klaus", lo que probablemente redujo el número de decesos en esta ocasión.

Según el presidente francés, Nicolás Sarkozy, que visitó la región más afectad de Médoc en las cercanías de Bordeaux, el nuevo sistema de alarma permitió no sólo reaccionar de forma más rápida a las autoridades, sino que a diferencia de 1999 cuando costó más de tres semanas volver a reponer las líneas de suministro eléctrico, esta vez se necesitará sólo una semana.

Cuidado con las ramas

El temporal afectó seriamente el sistema de electricidad francés y español e interrumpió el suministro en varias líneas. Decenas de miles de usuarios quedaron sin luz y muchos tampoco podían utilizar la red de telefonía fija o móvil.

Ingenieros y trabajadores trabajan para remover los árboles caídos y equipo especializado para reparar los cableados eléctricos en altura. Mientras se va reestableciendo el tránsito de trenes y de aviones lentamente.

A pesar de que se ha levantado la alerta, los autoridades indican que hay que tener cuidado con ramas de árboles dañados por el huracán que podrían caer todavía.