Irlanda: elecciones parlamentarias

Los votantes irlandeses están enojados por el estallido de una burbuja inmobiliaria que los dejó sumidos en deudas y con muchos años de austeridad por delante, para devolver los fondos del rescate de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI): 85.000 millones de euros.

Así que las encuestas pronostican la debacle electoral para el primer ministro Brian Cowen y su partido liberal, Fianna Fáil. La formación podría quedarse con sólo 20 de los 166 escaños del parlamento. "Es hora de sacar a Fianna Fail y dejarlo fuera", dijo John Sweeney, un contador de 36 años que acudió a votar en Dublín, a la agencia de noticias Reuters.

Todo parece indicar que será el ex profesor Enda Kenny, del partido conservador Fine Gael, el que encabezará el próximo Gobierno, favorecido por la debilidad de su contrincante. Las encuestas le auguran 80 escaños más en el Parlamento, que lo acercarían –por primera vez en su historia– a la posibilidad de formar un gobierno de un sólo partido.

¿Coalición con centro-izquierda?

Muchos analistas plantean también la posibilidad de que el partido Fine Gael forme eventualmente coalición con el centro-izquierdista Partido Laborista. Ambos partidos se han criticado durante la campaña electoral, pero trabajaron juntos antes en el Gobierno e hicieron campaña recientemente a favor de renegociar las condiciones del plan de ayuda internacional, que consideran demasiado estrictas.

El apoyo a otros partidos situados más a la izquierda, como el nacionalista Sinn Fein, aumentó con sus promesas de eliminar el acuerdo de rescate, pero encuestas y analistas les pronostican pocos escaños, pues los votantes irlandeses suelen priorizar a partidos que prometen bajos impuestos.

Resolver el enojo y renegociar programa de rescate UE-FMI

Como fuere, el o los vencedores tendrán la dura tarea de enfrentar los primeros años del programa de la UE-FMI, así como sacar del hoyo a un país dividido, en el que a muchos les va mal y a otros incluso mejor que a la media de la UE.

Simon Nelly, por ejemplo, era un magnate inmobiliario con 260 millones de euros en su cuenta, ganados con proyectos de construcción. Poco antes de la Navidad de 2007 ganó otro par de millones. Tenía tres proyectos en construcción valorados en 50 millones de euros, "pero los clientes no pudieron pagar, sencillamente no llegó más dinero", relató a la agencia de noticias dpa. Nelly, padre de cinco hijos, tiene ahora 200 millones de euros en deudas. El banco estatal NAMA asumió sus proyectos inmobiliarios a medio terminar.

A John Cahill, el director ejecutivo de la mayor tostadora de café irlandés, la empresa familiar Bewley, le fue mejor. Sus ventas cayeron un 13 por ciento tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en el país, tuvo que despedir parte de su personal y optimizar costes. Pero ahora vuelve a crecer gracias a las exportaciones a Estados Unidos y a que, en Irlanda, donde el 85 por ciento del café bebido era instantáneo, "la gente cambia cada vez más al fresco", cuenta Cahill y lo interpreta como un signo de que la economía vuelve a repuntar.

Historias personales aparte, en caso de vencer, Enda Kenny asumiría un país con un 13,4 por ciento de desempleo y deudas estatales por encima del producto interno bruto nacional, a la vez que con ingresos medios que aún se sitúan por encima de la media de la UE. Los irlandeses no se han manifestado en masa como los griegos, pero han vuelto a emigrar y, según reporta la británica agencia de noticias Reuters, la tasa de suicidios ha aumentado.

Autor: Rosa Muñoz Lima (reuters, dpa)

Editor: Pablo Kummetz