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Irlanda: ¿En ventaja tras el voto por el "brexit"?

Gavan Reilly (jov/er)6 de julio de 2016

Irlanda y el Reino Unido no siempre han sido vecinos amigables. Las relaciones mejoraron a raíz de los acuerdos de paz del Viernes Santo, pero eso podría cambiar tras el "brexit".

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Centro de Convenciones de Dublín
Centro de Convenciones de DublínImagen: Imago/Imagebroker

Irlanda exporta una séptima parte de su producción nacional al Reino Unido y más de una cuarta parte de todas sus importaciones provienen de ese país vecino. Compras y ventas que podrían estar a sujetas a nuevas tarifas aduaneras.

Peor aún. Los temores sobre la migración llevarían a restablecer los controles fronterizos entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, eliminados desde la década de 1990. "Mi primer interés es la conservación de la movilidad entre ambos países, el proceso de paz, la frontera abierta con Irlanda del Norte y el futuro de los ciudadanos de Irlanda del Norte", dijo el primer ministro Enda Kenny.

La frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte no siempre fue hermética. A pesar de la presencia del Ejército, durante el conflicto armado de 30 años, la frontera fue un paso poroso para el contrabando de armas y explosivos. Pero en tiempos de paz, con puestos de control desmantelados, lo único que hace recordar la frontera es el cambio de límite de velocidad entre kilómetros irlandeses y millas británicas.

¿Una Irlanda unida?

Los resultados del "brexit" podrían empero revivir las iniciativas de reunificación de las dos Irlandas, después de 95 años de división. Mientras que la mayoría de los votantes del Reino Unido optó por salir de la UE, en Irlanda del Norte una mayoría (56%) quiere permanecer.

"La decisión británica pone en riesgo la legislación de derechos humanos en la que se basa, en gran parte, el Acuerdo del Viernes Santo, los organismos transfronterizos y las estructuras de toda Irlanda", según el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams. Su compañero de partido, el primer ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, califica el brexit como un "desastre". Ambos acusan a Westminster de haber declinado el derecho de representar a Irlanda del Norte en el mundo.

Mientras tanto, aunque el "brexit" no entraría en vigor hasta 2019, la decisión ya ha empezado a generar problemas en el comercio anglo-irlandés. La caída de la libra esterlina encareció, de la noche a la mañana, las exportaciones irlandesas al Reino Unido en un 10%. El impacto en la industria turística irlandesa tampoco se hecho esperar: el 41% de los turistas que visitan Irlanda son británicos, para quienes ahora ese país es un destino más costoso.

¿Nuevas oportunidades?

Eso no quiere decir que la crisis no abra oportunidades. Ahora, el Gobierno de Irlanda intensificará su campaña exterior, buscando empresas que deseen radicarse en un estado miembro de la UE ofreciendo sus ventajas: “Jóvenes bien preparados de habla inglesa en un país que sirve de puerta a Europa es la mejor manera de aprovechar el éxodo de negocios de Londres”.

"Nueva empresas multiculturales de 10 y más trabajadores están buscando trasladar sus operaciones a una ciudad alternativa dentro de la UE, como Dublín", cuenta a DW Miceál O'Kane, director ejecutivo del portal de reclutamiento JobsEngine.com. Estas pequeñas y medianas empresas están buscando un lugar en Dublín, antes de que los grandes banqueros lleguen y hagan subir los precios.

En las calles comerciales de Dublín esas preocupaciones son relegadas por los temores de que vuelvan los tiempos de los duros controles fronterizos y las divisiones sectarias en el Norte, o que los familiares que viven en Gran Bretaña puedan quedarse sin derechos de residencia cuando el divorcio del Reino Unido y la UE sea consumado.