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Javier Horacio Pinola: El miedo al descenso

Daniel Martínez3 de mayo de 2008

El Nürnberg empató (0-0) con el Dortmund y permanece al fondo de la tabla de posiciones de la Bundesliga. Sobre el miedo al descenso y un año lleno de altibajos, DW-WORLD conversó con el argentino Javier Horacio Pinola.

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Javier Horacio Pinola, defensa del Nürnberg, espera que pase la mala racha.Imagen: picture-alliance/ dpa

DW-WORLD: Javier, ¿no le parece que en este último año a usted le ha tocado protagonizar la película equivocada?

Javier Horacio Pinola: Sí, la verdad que sí. El año aún no ha terminado pero tengo que reconocer que ha sido bastante duro, yo quiero terminarlo de la mejor manera y para mí la mejor manera es quedarnos en la primera división. En Nürnberg tenemos un equipo bueno como para lograrlo, pero hay que luchar más que nunca y sacar esta situación adelante.

En apenas 12 meses, a usted personalmente le cambió la vida: hace un año con el Nürnberg ganó la Copa Alemana, clasificó a la Copa UEFA, fue convocado a la selección argentina y nominado para ir a la Copa América en Venezuela. De pronto todo cambió, cuando usted incluso ya había pospuesto su matrimonio para poder irse con la selección, lo retiraron de la lista para abrirle un cupo a Juan Román Riquelme y, al regresar a Alemania, se lesionó severamente y tuvo que ausentarse de las canchas durantes largos meses. Ya recuperado, encuentra a su equipo al borde del descenso, en las últimas posiciones de la tabla. ¿Qué siente Javier Pinola al repasar esa historia?

El sentimiento es de impotencia. La verdad es que este año cuando ocurrió primero lo de la selección y luego lo de la lesión, mi cabeza se fortaleció. Después de todo lo bueno viene en algún momento lo malo y hay que tratar de superarlo. Gracias a Dios tenía a mi señora y a mi hijo aquí conmigo, ellos me ayudaron muchísimo para superar esto, son siempre mi sostén, ellos me dan una mano cuando más lo necesito. Luego, recuperado de la lesión, empecé con las mejores expectativas la segunda ronda del campeonato y lamentablemente las cosas siguieron mal; yo trato de hacerme fuerte, soy fuerte, pero a veces la cabeza tampoco te deja continuar o mejorar y hay que sacar fuerza de donde uno no las tiene. Lo único que te queda es trabajar, trabajar y trabajar hasta que las cosas se vuelvan a dar, siempre confiando en Dios y en lo que uno hace.

¿Esta experiencia lo ha ayudado a madurar?

Sí, sin duda. Desde que llegué a Alemania crecí muchísimo, el haber venido a una cultura diferente me ayudó mucho a crecer, yo me adapté muy bien a un país tan lindo como Alemania. Cuando suceden las cosas malas es cuando hay que hacerse fuerte, a partir de ahora creo que voy a estar mejor preparado para cuando sucedan cosas malas y esperaré que esas situaciones extremas no se repitan.

¿Cómo se vive con el miedo al descenso?

¡Ufff! Complicado, complicado. No se como serán los demás, ellos tienen otra cultura y otros pensamientos, yo lo vivo de una manera especial, creo. A mí me gusta mucho estar contento fuera del ambiente del fútbol, fuera del vestuario, pero con el fantasma del descenso se me complica, cuando llego a casa, estoy con el niño, con mi señora, y ellos notan que no estoy bien. Ellos respetan eso, pero todo va de la mano: cuando estás bien en el fútbol estás bien con tu familia, y cuando estás bien con la familia, estás bien en el fútbol. En este caso me va bien con la familia pero las cosas no funcionan en el fútbol. Tengo que tratar de pensar en positivo y ayudar al equipo para tratar de ganar todo lo que queda del campeonato y así quedarnos en primera.

¿Cree que el Nürnberg se merece la suerte que está viviendo, la de estar preocupado por cada punto, la de estar al borde del precipicio?

La verdad es que no lo merecíamos. Muchas veces me pregunto ¿pero qué fue lo que pasó? Y no encuentro respuesta ni explicación, somos casi el mismo equipo del año pasado, han cambiado sólo dos, tres jugadores. ¿Cómo puede ser que de un año al otro haya una diferencia tan grande? Tuvimos los problemas de lesiones, jugadores con operaciones, con pausas obligadas, fue un año bastante complicado, yo de la primera ronda no puedo hablar mucho porque estuve en convalecencia después de la lesión, casi no jugué, estuve más afuera que adentro del campo, sería injusto opinar al respecto. Pero en la segunda parte la verdad las cosas habían empezado un poco bien, incluso estuvimos a punto de seguir adelante en la Copa UEFA. Creo que salir eliminados de esa competencia fue un duro golpe.

¿La estocada final?

Eso fue algo que dolió mucho, pero por ahí esos son los errores, al quedar fuera de la Copa UEFA se pensó, “ah, ya no jugamos a nada” y se olvidó el campeonato local. Fue un error, en la Bundesliga no es que hayamos subestimado a los demás equipos pero no jugamos con la misma concentración, con las mismas ganas, con la garra con la que veníamos jugando internacionalmente. Teníamos que haber tomado en cuenta que en el fútbol de hoy las cosas están muy parejas, que siempre hay que correr y luchar para poder ganar, no se triunfa sólo jugando bien.

¿Se ve usted ya jugando en la segunda división de la Bundesliga?

No… ¡NO!, yo creo que vamos a conseguir quedarnos en primera, el descenso no pasa por mi cabeza, Dios quiera que logremos mantenernos.

Usted espera regresar en algún momento a la selección argentina, pero si el Nürnberg desciende, sus opciones también bajan...

La verdad que entonces sería complicada una convocatoria a la selección, pero ya lo dije: no creo que descendamos y no pasa por mi cabeza ocuparme con esos pensamientos.