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Kilos de arte

17 de diciembre de 2002

Justo en la exclusiva calle Friedrichstraße de Berlín existe una tienda considerada por algunos como un absoluto descaro: un supermercado de arte, el primero de la capital, como dice su publicidad.

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Supermercado de arte en Berlín.Imagen: Kunstsupermarkt

Esta tienda de arte es el polo opuesto a los exclusivos centros artísticos de la capital alemana. "Estoy segura de que la mayoría de los clientes de este supermercado no ha visitado nunca una galería de arte", dice una cajera.

El ambiente del primer supermercado de arte de Berlín es apacible: aquí se puede escoger tranquilamente el producto de las elucubraciones artísticas a precios cómodos y además, reflexionar sobre la esencia del arte. La decoración de esta tienda no se diferencia mucho de otras en donde se venden pepinos y latas de sopa de papas. Los "productos" están ordenados por autor. Grandes cajas contienen desde postales hasta lienzos en formato de póster, de los cuales se venden hasta unas 10 variaciones.

¿Obras maestras? - Obras de maestra

En cada una de las cajas se encuentra pegada una hoja con el currículo del pintor y una foto del mismo. De las biografías se deduce que muchos arquitectos, maestras de escuela y médicos se dedican a "hacer arte" en las horas libres. Estas "obras maestras" se consiguen, en formato de postal, desde unos 49 euros. Pinturas del tamaño de una hoja de cuaderno valen unos 99 y hay más grandes que llegan hasta los 200 euros. El "arte de verdad" no se consigue por menos de 300 euros.

Leves diferencias de calidad no se reflejan en los precios. Del producto que se venda mejor se piden más copias que el artista, por lo general, realiza rápidamente. No sin interés personal, pues los creadores reciben una provisión cuyo monto se basa en las cantidades vendidas.

Y, como todo supermercado que se respete, la tienda berlinesa es sólo la filial de una cadena. El historiador de arte Mario Terés importó la idea de Barcelona y abrió, ya hace tres años, el primer supermercado en Fráncfort del Meno. En un principio, como una acción de ventas navideñas. Entre tanto, hay filiales en la ciudad alemana de Gießen, al Este de Colonia, y en Solothurn, en Suiza.

Según datos de la administración, las tiendas ofrecen "más de 800 originales de artistas reconocidos, ya sea nacional o internacionalmente – o sólo a nivel regional".

En Alemania hay otros surtidores de arte no reproducido en Hamburgo, Colonia y la misma Berlín.

Si eso es arte ¿qué es arte?

La variedad estílistica de estos cuadros "brutalmente baratos" es grande: muchos son abstractos y se les nota la influencia de grandes maestros de estilo. Pero lo mejor de estas "obras de arte" no es que se les pueda criticar sin temor a cometer errores. Lo más interesante es que esta forma de producción y comercio de arte pone en tela de juicio lo que muchos artistas conceptuales hacen y deshacen desde hace décadas, ya sea en acciones o "perfomances" en donde ellos mismos se revuelcan en lodo o lanzan vacas muertas desde helicópteros. ¿Cuáles son los límites del arte? ¿Acaso todo el mundo puede ser artista? Y sobre todo ¿Es eso arte? Son las interrogantes obligadas.

Un aspecto interesante es que casi todas las obras del supermercado son buenas y a muchas sólo les falta el certificado de la dirección de un museo. Pero por esto mismo la situación es ideal para el "consumidor de arte": aquí el criterio que cuenta es si la obra se puede o no colgar.

José Ospina Valencia