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"La Alemania unida cumplió mis expectativas"

Gero Schließ (ER/VC)9 de noviembre de 2014

En entrevista con DW, George Bush recuerda cómo convenció a Mijail Gorbachov de que Alemania debía reunificarse.

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George H. W. Bush
Imagen: AFP/Getty Images/B. Smialowski

DW: Sr. Bush, ¿cómo vio Ud. personalmente la caída del Muro de Berlín en 1989?

George H.W. Bush: Si bien lo que ocurrió me entusiasmó personalmente, me cuidé de hacer declaraciones precipitadas a la prensa. Teníamos que reaccionar a las buenas noticias en forma cautelosa y meditada. Lo importante era ver cómo se comportarían el presidente Gorbachov y también sus opositores en la Unión Soviética. No era momento para el triunfalismo.

¿Cómo convencieron usted y el entonces canciller alemán, Helmut Kohl, al presidente Gorbachov de que Alemania debía reunificarse y ser miembro de la OTAN?

Nos esforzamos mucho por adoptar un tono constructivo en el debate sobre la reunificación y por demostrar nuestra voluntad de cooperación. No queríamos de ningún modo que la reunificación y la nueva Europa, unida y libre, se lograran a costa de otras naciones. Este y Oeste debían estar implicados por igual. Estábamos conscientes de que en las negociaciones que teníamos por delante no debía haber vencedores ni vencidos.

Helmut Kohl ha dejado en claro que su relación con Ud,. estrecha y llena de confianza, fue de decisiva importancia para la reunificación de Alemania. ¿Cuáles fueron las decisiones más relevantes que le correspondió tomar?

La decisión más difícil fue la tocante a si debíamos respaldar la reunificación. Pero, en especial debido a esa relación estrecha y llena de confianza que mencionaba, la decisión finalmente no resultó difícil”.

George Bush y Helmut Kohl, 1989.
George Bush y Helmut Kohl, en diciembre de 1989.Imagen: picture-alliance/dpa

En su discurso del 2 de septiembre de 1989 dirigido al pueblo alemán, Ud. dijo que -en un mundo sin el Muro- Alemania haría su contribución sin restricciones a la paz y la seguridad mundiales. ¿Ha cumplido Alemania sus expectativas?

Sí, y con creces. Es simplemente fantástico ver cómo Alemania ha superado los difíciles desafíos ligados a la reunificación y desempeña un papel de liderazgo en numerosos asuntos regionales y globales.

Desde que Ud. ofreció a Alemania una colaboración en el liderazgo, que Ud. llamó "Partnership in Leadership", el mundo ha cambiado enormemente, lo cual también ha tenido consecuencias en las relaciones germano-estadounidenses. ¿Es el eje Berlín-Washington todavía lo suficientemente fuerte como para superar los nuevos desafíos internacionales, como el conflicto de Ucrania y la crisis del Medio Oriente?

Soy optimista en lo que concierne al futuro compartido de Alemania y Estados Unidos. Estoy convencido de que en ambos países hay suficientes personas que saben que como aliados y socios podemos lograr mucho más que cada uno por sí solo.

Alemania quiere asumir más responsabilidad en el mundo. ¿Implica eso, desde su punto de vista, que el gobierno de Berlín debería incrementar el aporte alemán a la lucha liderada por Estados Unidos contra la milicia terrorista del “Estado Islámico”?

Ese es un asunto interno y debería resolverlo la canciller Merkel, a quien aprecio mucho, con sus asesores. Nunca me han gustado los consejos que se dan sin haber sido solicitados, y menos si vienen de un nonagenario.

En su discurso al pueblo alemán, Ud. destacó que estadounidenses y alemanes comparten los mismos valores. Desde el escándalo de la NSA, las encuestas revelan que muchos alemanes ponen esto en duda y desconfían de Estados Unidos. ¿Qué se debería hacer para restablecer la confianza y volver a mejorar las relaciones entre ambos países?

Espero que el aniversario de la caída del Muro de Berlín nos vuelva a hacer tomar conciencia del importante aporte del pueblo estadounidense y su gobierno al bienestar de Alemania, no solo desde 1989, sino desde 1945. Es algo grandioso y duradero. Ojalá la fuerza que irradia no se vea mermada por las irritaciones del último tiempo.

George Herbert Walker Bush fue presidente de Estados Unidos de 1989 a 1993. Con él conversó Gero Schließ, en Washington.