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La Justicia alemana en crisis por falta de jueces

Marko Langer
2 de agosto de 2017

Llegar a trabajar como juez o fiscal era, hace poco tiempo, el sueño de todo estudiante alemán de derecho. Pero la ola de jubilaciones hace que falte personal y sobre trabajo. La Asociación de Jueces da la voz de alarma.

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Imagen: picture-alliance/dpa/J. Wolf

Las medidas de ahorro del Estado alemán han llevado a los juzgados de primera instancia y regionales a una situación problemática. Los juicios duran demasiado, los jueces se quejan de sobrecarga de trabajo y "la ya hoy tensa situación empeorará en los próximos 10 a 15 años, ya que en la Justicia se producirá una enorme ola de jubilaciones", explicó a DW el presidente de la Asociación Alemana de Jueces, Jens Gnisa. 

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Antes, la meta de todo estudiante de derecho era llegar a ser fiscal o juez. Pero la perspectiva de poder servir a la Justicia ahora se ve opacada por el pronóstico de que a veces se gana allí solo un tercio de lo que ganan los compañeros de estudio contratados por grandes bufetes jurídicos.

Poco antes de las elecciones generales, en Alemania todos los partidos prometen más seguridad, más presencia policial, más jueces, más protección estatal. La Asociación Alemana de Jueces, sin embargo, y tal vez por ecepticismo profesional, no da demasiado crédito a esos anuncios de campaña. Junto con el Sindicato de la Policía (GdP, por sus siglas en alemán), dio la señal de alarma durante una conferencia de prensa: "La ola de jubilaciones en la Policía y en la Justicia pone en peligro la estabilidad del Estado de derecho", dicen en una declaración conjunta.

Tribunales alemanes: faltan jueces y fiscales.
Tribunales alemanes: faltan jueces y fiscales.Imagen: picture-alliance/dpa/U. Deck

¿Se derrumba el sistema?

Hasta el año 2030 se jubilará cerca de un 40 por ciento de los juristas del sistema judicial. En los estados federados del este, esa cifra llegará incluso a un 60 por ciento. Jens Gnisa estima que por eso la Justicia perderá 10.000 jueces y fiscales. "Si la política no pone manos a la obra en este asunto, el Estado de derecho corre peligro", subraya. "Especialmente alarmante es el hecho de que los tribunales se ven obligados a liberar a cada vez más acusados o detenidos en prisión preventiva porque los juicios se demoran demasiado".

Y es en ese punto donde entra en juego la Policía, ya que los oficiales tienen que vérselas con delincuentes que ya habían puesto en manos de la Justicia, pero que, después de pocos días, están otra vez en la calle. "En lo tocante a la delincuencia común, la frustración aumenta entre los agentes de policía", explicó a DW Oliver Malchow, presidente del sindicato de la Policía (GdP). "Nuestros colegas se quejan desde hace años de que los sospechosos que ellos identificaron en sus investigaciones deben esperar demasiado tiempo a recibir sus penas. Y muchos de los juicios se anulan. Y no hay correlación temporal entre la comisión de un delito y la aplicación de la sanción correspondiente", añadió.

Jueces del Tribunal Constitucional alemán.
Jueces del Tribunal Constitucional alemán.Imagen: picture alliance/dpa/U.Deck

El Sindicato de la Policía exige 20.000 agentes adicionales hasta el final del próximo periodo legislativo. "Se trata de cerca de 4.000 nuevos policías por año", subraya, y dice que solo con anuncios de campaña no basta. Episodios violentos, como los sucedidos recientemente en torno a la cumbre del G20 en Hamburgo, respaldan su pedido. En esa ciudad se deplegaron 23.100 policías, de los cuales 6.400 eran de Hamburgo. Otros 16.700 llegaron de otras ciudades. Eso muestra "la gravedad de la situación", según Malchow.

¿Tiene siempre que suceder lo peor antes de que la política se mueva en la dirección correcta? "Ahora, en época preelectoral, todos los partidos dicen que quieren mejorar la seguridad interna. Pero los responsables de esos partidos también deben lograr que esas medidas se lleven a cabo", señala el presidente del GdP. En la Nochevieja de 2016, con los incidentes ocurridos en las inmediaciones de la catedral de Colonia, se produjo un giro en la sociedad. "Allí la gente pensó que la Policía ya no podía ayudarla, y se empezaron a formar grupos de protección ciudadana que consiguieron armas de bajo calibre, y terminaron votando en las regionales por partidos que antes no formaban parte del panorama político alemán", dice, refiriéndose a los partidos de derecha populista. Entonces, la política reaccionó, dice Malchow: "Es una decepción, pero al menos reaccionaron".

Autor: Marko Langer (CP/ ERS)