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''La sociedad civil, crucial para el futuro de la democracia''

Enrique López Magallón3 de septiembre de 2008

La calidad de la democracia se ve amenazada por una serie de fenómenos que el politólogo inglés Colin Crouch engloba con el término "postdemocracia". DW WORLD habló con él sobre el dilema democrático actual y global.

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Colin Crouch, autor de "Postdemocracia".Imagen: University of Warwick

De acuerdo con una encuesta realizada por la Fundación Friedrich Ebert, uno de cada tres ciudadanos alemanes duda que la democracia ofrezca soluciones a sus problemas. El escepticismo acerca de la democracia cunde en muchas otras latitudes. Colin Crouch presenta algunas de las causas de este desencanto con la democracia en su libro Postdemokratie. La versión alemana de la obra fue presentada recientemente.

En ella, el autor habla del efecto que las transnacionales, los cabilderos y los expertos en relaciones públicas tienen sobre las instituciones que representan la democracia formal. Sobre cuestiones concretas relacionadas con la postdemocracia y sus dilemas, y sobre el futuro que le espera a la democracia, DW WORLD habló con el académico de la Universidad de Warwick.

DW WORLD: Muchos gobiernos parecen actuar en interés de las grandes empresas multinacionales. El debate público ha sido invadido por compañías de relaciones públicas y los parlamentos, por cabilderos. ¿No constituye todo ello, por lo menos técnicamente hablando, el final de la democracia tal y como la conocemos?

Colin Crouch: Los gobiernos no pueden trabajar solamente para las grandes multinacionales en países donde las instituciones democráticas son fuertes, y del mismo modo, los expertos en relaciones públicas no pueden controlar todo el debate. Ahí donde los gobiernos se enfrentan a elecciones fuertemente reñidas, no les es posible ignorar las necesidades del ciudadano común. De hecho, una de las razones por las cuales las empresas tienen tanto poder político es porque los gobiernos dependen del éxito económico para satisfacer las necesidades de la gente. Son las empresas las que parecen tener las respuestas a dichas necesidades. Por otra parte, si la sociedad civil que actúa fuera del universo político es fuerte y vigorosa, no hay manera de que las compañías de relaciones públicas controlen todo el debate público. Recordemos que mi libro Postdemocrazia (N. de la R.: título original de la versión inglesa) se refiere a lo que sucede en sociedades donde hay fortaleza en las instituciones democráticas; aborda lo que ocurre dentro de las instituciones democráticas, pese a la fuerza de éstas. Las mismas fuerzas que usted menciona –las multinacionales y las empresas de relaciones públicas- serían mucho más dañinas en un entorno en el que la democracia es joven y sin contenido.

Wladimir Putin bei Dmitri Medwedew
"Rusia jamás ha vivido una democracia sólida", según Crouch.Imagen: picture-alliance/ dpa


En la Grecia antigua, Pericles promovía la democracia mientras en el país prevalecía la esclavitud. Desde entonces, la democracia ha estado siempre acompañada de la contradicción. En este sentido, ¿no serían los fenómenos que usted describe en su libro parte de la evolución natural de la democracia a lo largo de la historia?

El significado de la democracia depende del demos, del pueblo. A principios del siglo XX, las mujeres aún eran excluidas de la vida ciudadana en sociedades que, por lo demás, se consideraban a sí mismas democráticas. Hoy se excluye a personas de determinada edad, a extranjeros que viven en ciertos países, y en algunos países como Estados Unidos, a gente con algún historial criminal específico. El debate acerca de la inclusividad de la democracia es distinto al de la calidad democrática; yo me ocupo de éste y no de aquel.

¿Hay postdemocracia en América Latina? Siga leyendo...


Algunos de los síntomas descritos en su libro están presentes en países latinoamericanos sin que éstos hayan atravesado por una fase de consolidación democrática: se pasó directamente de la dictadura militar a un estado en el que, al parecer, la postdemocracia ha llegado directamente. ¿Cómo explicaría usted este fenómeno?

Algunos factores en los que se origina la postdemocracia pueden estar presentes en sociedades que no han vivido una democracia plena. En cambio, cuando las democracias más sólidas del mundo se estaban formando, no existían fuerzas como el capital global o las relaciones públicas más sofisticadas. Ciertamente, éstas dificultan las cosas a las democracias jóvenes como las de América Latina, Europa Central y Asia.

USA Wahlen Kombo Barak Obama John McCain
Las campañas estadounidenses, "evento mediático".Imagen: AP Graphics/DW

Desde la llegada de George W. Bush a la Casa Blanca, parece presentarse cierta tendencia a considerar el poder como un asunto de familia. El ex presidente de México, Vicente Fox, trató de impulsar la candidatura presidencial de su esposa. En Argentina, Néstor Kirchner logró que su esposa lo sucediera en el poder. ¿Es esto otro síntoma de postdemocracia?

El poder dinástico en realidad es una tendencia predemocrática. De hecho, a lo largo de la historia el poder económico y político ha sido controlado por clanes y familias, en todo el mundo. No estoy seguro de que esta tendencia sea realmente novedosa.

Argentiniens President Nestor Kirchner mit Ehefrau und Präsidentschaftskandidatin Christina
El poder dinástico, "tendencia predemocrática".Imagen: AP


Usted afirma que expertos en relaciones públicas controlan buena parte del debate político, principalmente en tiempos electorales. ¿Podría darnos un ejemplo en lo que se refiere a la actual campaña por la presidencia de Estados Unidos, entre Barack Obama y John McCain?

La política electoral estadounidense se compone a tal grado de eventos mediáticos, que es difícil identificar algún momento en el cual los publirrelacionistas no ejerzan dicho control. Una de las consecuencias es que los periodistas –quienes realmente resienten estas maniobras en su trabajo- están en constante búsqueda de pequeñas revelaciones para poder escapar a la maquinaria de relaciones públicas. Uno piensa en incidentes como el que John McCain haya olvidado cuántas casas posee, o el ominoso pastor amigo de Obama. Estas anécdotas conducen a que se ponga demasiada atención en incidentes menores que en realidad carecen de relevancia.


Recientemente, Rusia cambió de presidente en elecciones libres. Parece sin embargo que es el primer minsitro quien tiene el poder. Consecuencia de ello es la reciente hostilidad en el Cáucaso. ¿Considera usted que este manejo del poder tiene connotaciones postdemocráticas?

Rusia es un caso de una democracia muy, muy imperfecta, mas no de una postdemocracia. Jamás ha habido un periodo de solidez democrática en toda la historia de ese país.

Eu Gipfel zu Russland in Belgien
La Unión Europea y Rusia llevan una relación estratégica y económica.Imagen: AP


¿Qué me dice de la reacción aparentemente débil de la Unión Europea ante estos sucesos? ¿Hay ahí postdemocracia?

Las relaciones entre los países raramente tienen una base moral. Se sustentan en intereses estratégicos y económicos. Esto siempre ha sucedido y no forma parte de un fenómeno actual.


Su libro da la impresión de que la democracia actual no se encuentra en buena forma, y no sólo en países pobres, sino también en los desarrollados. En este sentido, mi última pregunta es bastante simplista. ¿Tiene futuro la democracia?

El propósito de escribir sobre una distopía es prevenir acerca de posibles peligros a futuro, de tal manera que se puede emprender acciones para evitar que se conviertan en realidad. Para hacer tal cosa es necesario ser optimista. Guardo esperanzas, no tanto en la renovación de la democracia electoral y los partidos políticos, sino en el surgimiento de una sociedad civil fuerte que alerte a los ciudadanos, así como en movimientos sociales que confronten al abuso del poder político y económico. Tales actores, sin embargo, jamás podran reemplazar a la democracia formal.