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La violencia hondureña enluta al fútbol

Daniel Martínez (EL)11 de diciembre de 2015

El asesinato del jugador de la selección nacional Arnold Peralta en el parqueadero de un popular centro comercial vuelve a poner en primer plano internacional el principal problema de Honduras: la violencia.

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Arnold Peralta Fußballspieler aus Honduras wurde erschossen
Imagen: picture alliance / ap / M. Castillo

La Ceiba, la ciudad donde el futbolista Arnold Peralta falleció victima de los disparos de los sicarios que le propinaron a corta distancia 18 balazos en el pecho y la cabeza, estaba celebrando el día del acto criminal un nuevo récord: poco más de una semana sin registrar asesinatos en sus calles.

La muerte de Peralta, además, tampoco ayuda a las estadísticas que la Secretaría de Seguridad de Honduras venía exhibiendo en las últimas semanas con orgullo en los que se aprecia que pese a que los elevados índices de criminalidad se mantienen, año tras año estos revelan una significante mejora. Según el Sistema Estadístico Policial en Línea (Sepol), en el 2013 se registraron 15,52 asesinatos al día, el 2014 fueron 14,87, y en este 2015 –hasta finales de octubre- apenas 11,23.

Triste liderazgo

Un estudio publicado a finales del 2014 por la Organización de las Naciones Unidos reveló que Honduras ha venido siendo en los últimos años el país más violento del mundo, superado solo por Siria, pero con el agravante de que a diferencia de éste, que está inmerso en una guerra ya de carácter internacional, en la nación centroamericana oficialmente reina la paz.

Aún así, el más reciente GPI (Índice de Paz Global) confirmó que en el 2015 la situación de seguridad en Honduras había venido mejorando sustancialmente a tal punto que este año se consideraba el más seguro desde el 2008. De todas formas también se recalcó, como ratifica el asesinato de Arnold Peralta, que los hondureños todavían están lejos de lograr erradicar los múltiples generadores de violencia que van desde las pandillas callejeras, hasta el narcotráfico y la delincuencia común.

Para los hondureños la situación se ha tornado tan delicada, que como reconoció recientemente Roberto Herrera, Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), este país es el primero en Centroamérica que reconoce oficialmente el desplazamiento de la población civil como consecuencia de las acciones violentas de la criminalidad organizada. En la actualidad se habla de más de 41.000 familias que están huyendo de las amenazas a sus miembros y de aproximadamente 1850 asesinatos en lo corrido del 2015.

“Matar está de moda”

Entre las victimas se cuenta ahora el futbolista Arnold Peralta, quien paradójicamente hace casi exactamente un año, el 27 de noviembre del 2014, lamentó en su cuenta de Twitter el problema de seguridad de Honduras: “Que difícil nuestro país con tantos delincuentes matando a cada rato, como que matar esta de moda! ese tipo de gente no merece estar vivo”.

Al momento de escribir estas palabras Peralta estaba jugando con el Glasgow Rangers de Escocia y ya planeaba regresar al fútbol de Honduras junto a su esposa, que recién le había comunicado que se encontraba embarazada de la bebe a la que el jugador le estaba comprando ropa en el centro comercial en el que fue baleado.

Las reacciones del mundo del fútbol ante el crimen han sido de repudio y solidaridad con la familia de Peralta. Este sábado, por ejemplo, el Glasgow Rangers escocés guardará en su honor un minuto de silencio antes del partido contra el Morton en el torneo local, y los jugadores del equipo portaran un brazalete negro en señal de luto.

Entretanto compañeros y excompañeros de Arnold Peralta han lamentado su asesinato. “Basta ya!! Rechazamos la violencia! Descansa en paz Hermano!!”, escribió Carlos Costly en Twitter, y Mario Martínez dijo: “Te extrañaré siempre hermano”.