Lapidarium, el drama migratorio del mundo
La instalación en la Pariser Platz comprende veinte caballos a gran escala que abordan simbólicamente uno de los temas más polémicos que no se resolverán sin la voluntad de la comunidad internacional.
Lapidarium
La palabra en latín alude a esos pedazos de esculturas, objetos arqueológicos y monumentos de piedra que guardan los museos y rara vez son expuestos porque son fragmentos, que no pueden ser desechados tampoco por ser valiosos. La exposición itinerante del artista mexicano Gustavo Aceves se muestra en la Puerta de Brandenburgo con motivo del 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Caballos de Troya
Los veinte caballos que han sido instalados en la Pariser Platz están sobredimensionados y hechos de mármol, bronce, acero y granito. A primera vista tienen un parecido con los caballos helénicos que cabalgan sobre la Puerta de Brandenburgo, obra del escultor alemán Johann Gottfried Schadow que data de 1793, pero observándolos con atención revelan una barbarie. Son caballos de Troya.
Más allá del impacto visual
El artista nacido en la ciudad de Monterrey, México, en 1957 busca provocar en el espectador una reflexión sobre un problema grave y doloroso que se repite día a día. "El Mediterráneo se ha convertido en un cementerio", afirma, y dice que la responsabilidad para resolverlo es de todos, países ricos y pobres.
Alusión a La Bestia
Los caballos al igual que los migrantes viajan en embarcaciones. Las de la instalación de Gustavo Aceves recuerdan a naves romanas después de un naufragio. Además, buena parte de las embarcaciones descansan sobre durmietes antiguos de tren, una alusión al tren mexicano llamado La Bestia, que llevaba a migrantes centroamericanos de sur a norte.
Caja de resonancia
Aceves destaca la importancia de lugares públicos como la Pariser Platz. Son como una caja de resonancia. Además tiene lugar en un momento histórico. "Fue una crisis económica lo que provocó una guerra cuyas cicatrices no se han cerrado aún. Si la sociedad en su conjunto no reflexiona sobre el problema migratorio, eso que creemos que es historia puede volver a repetirse".
Creciente migración
Las piezas del artista se han convertido en un imán turístico en la capital alemana. Todo el que pasa por ahí se acerca a admirar los formidables animales que abordan el problema que parece no tener solución: la desigualdad, la violencia y las guerras que provocan una creciente migración masiva.