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Likud insta a anexar partes de Cisjordania

1 de enero de 2018

Más de un millar de miembros de Likud, el partido del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, exhortaron a sus representantes en el Parlamento a que demandaran la anexión de los asentamientos judíos en Cisjordania.

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Israel Abstimmung der Likud Partei
Imagen: Reuters/A. Cohen

Según el diario Jerusalem Post, el partido del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, Likud, exhortó a sus representantes en el Parlamento a que demandaran la anexión de los asentamientos judíos en Cisjordania. Este domingo (31.12.2017), el comité central del partido de Gobierno israelí –que incluye a más de un millar de miembros– votó unánimemente a favor de una resolución que insta a ejercer soberanía de facto sobre las zonas de Cisjordania ocupadas por Israel y a continuar con la construcción de asentamientos judíos en esos territorios.

“Ahora promoveremos el reconocimiento de nuestra soberanía en los asentamientos judíos de Judea y Samaria (Cisjordania) (...) Tenemos el derecho moral y la obligación de hacerlo por nuestros hermanos colonos”, dijo el ministro de Seguridad Pública, Guilad Erdán, frente a los presentes, informó el digital Ynet. Esos territorios están ahora bajo jurisdicción militar y es el ministro de Defensa quien tiene la última palabra sobre las construcciones que allí se llevan a cabo. Netanyahu no estará obligado por la resolución, como ha sucedido en anteriores ocasiones y con otros primeros ministros.

Duras críticas, dentro y fuera de Israel 

El ministro de Trabajo, Jaim Katz, lamentó en el congreso que hubiera “alrededor de medio millón de ciudadanos israelíes que cumplen con sus obligaciones de tasación y militares y son discriminados en lo referente a la construcción y su seguridad personal”, informó el diario Times of Israel. En el otro lado del espectro político, el líder de la Unión Sionista, Avi Gabay, señaló que la extrema derecha había tomado definitivamente el Likud.

El presidente del partido Yesh Atid (Hay Futuro), Yair Lapid, atacó la decisión diciendo que el Likud le había hecho un regalo a movimientos como Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), Breaking the Silencie y B'Tselem, que denuncian desde hace tiempo la existencia de un sistema de segregación similar al apartheid instaurado en Sudáfrica. “El Likud ha completado la tarea de sabotear el proceso de paz, que Trump comenzó con la falsa declaración de Jerusalén como capital”, dijo por su parte Ilán Guilón, del partido de izquierdas Meretz.

Hamás, quien controla la Franja de Gaza, dijo que la moción del Likud para anexionar Cisjordania “llevará a más resistencia”. El presidente palestino, Mahmud Abás, cuyo Gobierno controla algunas zonas de Cisjordania, dijo que esta decisión constituye “el fin del proceso de paz”.

Hitos del conflicto

La comunidad internacional considera que los asentamientos que Israel ha construido en la tierra capturada en la Guerra de los Seis días, de 1967, son ilegales. Israel argumenta que le unen lazos bíblicos e históricos a Cisjordania, además de tener motivos de seguridad. En la zona viven 2,8 millones de palestinos y unos 400.000 colonos. Los palestinos quieren establecer un Estado en Cisjordania y Gaza con Jerusalén Oriental como su capital. En 1981 Israel aplicó la ley civil en los Altos del Golán, capturados a Siria en 1967, anexionándoselos de facto, sin el reconocimiento internacional.

Tras la guerra de 1967, Cisjordania fue ocupada por Israel, que aún controla gran parte del enclave, pese a que la legislación internacional lo considera territorio palestino. Los asentamientos judíos en territorios ocupados son uno de los temas más controvertidos del largo conflicto entre israelíes y palestinos, y de las conversaciones de paz congeladas en 2014. Hace un año, durante la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos permitió la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que demandaba a Israel suspender la construcción de asentamientos en Cisjordania.

Esa resolución considera esas construcciones como una violación al derecho internacional. El sucesor de Obama en la Casa Blanca, Donald Trump, cuestionó duramente esa resolución y sigue una línea más pro-israelí, en el marco de la cual reconoció recientemente a Jerusalén como la capital de Israel. La resolución adoptada por el comité central del Likud no es vinculante para el Gobierno, pero ejerce mayor presión sobre Netanyahu, quien no se encontraba presente en el encuentro de sus colegas celebrado cerca de Tel Aviv.

Unos 600.000 israelíes viven en los más de doscientos asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental, que los palestinos esperan convertir en la capital de su futuro Estado.

ERC ( dpa / EFE / AFP / Reuters )