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Los problemas de Mario Gómez

Daniel Martínez (CHP)5 de septiembre de 2014

Después de perderse el Mundial de Brasil, y viendo el rendimiento del delantero y la animadversión de la afición, parece que se avecina otro gran torneo del que Mario Gómez podría quedar fuera: la Eurocopa 2016.

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Deutschland vs Argentinien 03.09.2014
Imagen: Dennis Grombkowski/Bongarts/Getty Images

Con su reaparición en la derrota 2-4 contra Argentina, Mario Gómez le puso fin a más de 12 meses de ausencia de la selección alemana que durante su ausencia se coronó campeona del mundo en Brasil 2014. Para el goleador hispano-alemán tenía un significado especial que el rival en el partido de su reintegración fuera el mismo de la final del Mundial, evento que se perdió por no haberse recuperado a tiempo de sus lesiones.

En aquel momento no estaba al 100 por ciento físicamente lo que llevó al seleccionador Joachim Löw a dejarlo fuera de la convocatoria, en la que sí entraron otros jugadores que se encontraban en una situación similar: Manuel Neuer, Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger, Sami Khedira y Miroslav Klose. De ellos Löw dijo: “son imprescindibles incluso al 50 por ciento”. La copa le dio la razón.

El sustituible

El mensaje del seleccionador alemán fue muy claro: Mario Gómez es sustituible. El rendimiento exhibido por el delantero en su regresó al equipo ratificó la postura de Löw. El actual jugador del AC Florencia desperdició en el encuentro contra Argentina una tras otra, y de mano del portero Sergio Romero, las claras opciones de gol que tuvo. A su substituto, Mario Götze, el autor del gol que le dio a Alemania el triunfo en el Mundial, le bastaron en cambio apenas dos oportunidades en veinte minutos para convertir.

Mientras otros compañeros demuestran su contundencia, Gómez no cesa de acumular minutos de juego sin anotar. El delantero no marca un gol con la selección alemana desde la Eurocopa del 2012. En el amistoso contra Argentina tuvo suficientes oportunidades para acabar con esos 26 meses de improductividad, pero sus pies se negaron a ser efectivos. Ni con la pierna derecha, ni con la izquierda, tampoco con la cabeza. El delantero no consigue anidar el balón en la red enemiga en las situaciones más fáciles, y ello ha volcado al público en su contra.

En el estadio de Düsseldorf los aficionados no tuvieron ninguna consideración con los fallos de Gómez. Un partido que estaba programado para celebrar en casa el éxito obtenido en el Mundial terminó en protesta general en contra de un atacante que no cumple con su misión. El ambiente de fiesta fue opacado por la falta de paciencia del público que disculpó un error de Mario Gómez, pero a partir del siguiente, y hasta su temprana sustitución, en el minuto 57, lo rechifló y acompañó sus acciones con el grito “fuera, fuera”.

Indignado, el seleccionador Joachim Löw intentó proteger públicamente a su futbolista diciendo “no puede ser que en nuestro propio estadio, nuestros hinchas abucheen a un jugador de la selección campeona del mundo solo porque desaprovechó un par de oportunidades de anotar”. Pese a ello, no solo el público determinó quién fue el culpable de la derrota 2-4 contra Argentina; los propios compañeros de Gómez subrayaron que el partido hubiera tomado otro rumbo sí Alemania hubiera hecho los goles que desperdició. “Las cosas se ponen más difíciles cuando no aprovechamos las oportunidades” resumió Marco Reus.

Un jugador del pasado

"Mario Gómez tiene muchas virtudes y es lógico que le va a tomar algún tiempo poder sacarlas a relucir pues no hay que olvidar que viene de un año difícil en el que casi no ha jugado con nosotros”, dijo Joachim Löw intentando reconciliar a la afición con el delantero hispano-alemán. Aún así, con miras a la eliminatoria a la Eurocopa de Francia 2016, a Alemania las palabras de consuelo del entrenador no le bastarán para clasificarse. Allí lo que cuenta son los goles.

En la victoria 2-1 sobre Holanda, en la Eurocopa 2012, Mario Gómez anotó su último gol para Alemania.
En la victoria 2-1 sobre Holanda, en la Eurocopa 2012, Mario Gómez anotó su último gol para Alemania.Imagen: picture-alliance/dpa

Que Gómez no los consiga es solo una parte del problema; hay otra que también castigó la afición con sus rechiflas. Frente a la riqueza técnica de sus colegas de la selección, especialmente frente a los más jóvenes como Götze o Reus, el delantero luce torpe, limitado y ante todo desubicado. En la cancha el futbolista parece perdido en un laberinto, sin saber hacia dónde correr, dónde esperar la recepción del balón, o cómo integrarse a la elaboración de jugadas con sus compañeros.

No se trata únicamente de los goles que no consigue, sino de las dificultades que tiene para participar de forma útil en el juego colectivo, una virtud que sí tenía Miroslav Klose, quien siempre fue titular por delante de él. Tras el retiro del máximo goleador de los mundiales Gómez es considerado su sucesor natural, al fin y al cabo él es el último sobreviviente de una especie en vía de extinción: el centro delantero.

La selección alemana tiene un cupo vacante en el ataque, pero con el rendimiento mostrado ante Argentina por “El Torero”, como lo llaman sus seguidores, es probable que éste tenga que llenarse con un “falso 9”, y para eso hay jugadores en abundancia (Mario Götze, Thomas Müller, Marco Reus, André Schürrle...). Mario Gómez no la tiene fácil: el rechazo del público, su escasa efectividad, y el hecho de que todavía no ha alcanzado el desarrollo futbolístico del resto de la selección campeona del mundo, no permiten presagiar una Alemania con él en el equipo de la Eurocopa. Pero nunca se sabe y hasta el 2016 queda un poco de tiempo.