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"Mi lucha" de Hitler en las librerías

Sarah Hoffmann/Silke Barltick (MB/EL)29 de diciembre de 2015

70 años después de la muerte de Hilter, su libro “Mi lucha” puede volver a adquirirse en Alemania. ¿Quién lo leerá? ¿Cuánto peligro entraña en tiempos de los neonazis de Pegida?

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Deutschland Mein Kampf von Adolf Hitler
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Karmann

A partir del 1 de enero de 2016 en las librerías alemanas se podrá comprar “Mi lucha”, de Adolf Hitler. Se trata de una sobria edición histórica-crtícia.El asunto caldea los ánimos en Alemania desde hace muchos meses.

Hitler se quitó la vida el 30 de abril de 1945. A nivel de toda Europa, los derechos de autor vencen a los 70 de la muerte del autor. Es decir, entretanto, sus escritos son patrimonio común y pueden ser editados y distribuidos por cualquiera.

Hasta ahora, sólo una editorial ha asumido la tarea: el Instituto para Historia Contemporánea (IZF) de Munich. Desde el 2009, sus expertos trabajan en una versión comentada.

“Sería incluso irresponsable dejar que este texto circule libremente”, dice a DW Andreas Wirsching, director del IZF. “Nuestra edición tiene informaciones nuevas que ayudan a entender mejor el texto y, en el mejor de los casos, también la historia del Nacionalsocialismo”, añade.

El mito

Aunque "Mi lucha" es el único texto con tinte autobiográfico del líder del Nacionalsocialismo, faltan análisis de su proceso de creación, de su estructura y, sobre todo, del efecto que tuvo este texto de agitación en su momento. Hasta ahora sigue viva la leyenda de que fue un “bestseller” que nadie leyó, aunque millones lo tuvieron en sus manos. Con ello –así se excusaban los alemanes después de la guerra- nadie podía saber lo que Hitler planeaba.

Hitlers Mein Kampf und andere antisemitische Schriften
Una edición de "Mi lucha" y otros textos antisemistasImagen: AP

Wirsching desmonta este mito: hay muchos temas en la obra –cuyo primer tomo apareció en 1924 y el segundo en 1927- que revelan las intenciones de Hitler. Muchos de los crímenes que posteriormente cometerían los nacionalsocialistas están ahí: la idea de la guerra por el “espacio vital” en Europa del Este, la ocupación de Polonia en 1939 y de la Unión Soviética en 1941. También el antisemitismo, la esterilización forzada y la eutanasia.

Con esta edición, “se trata sobre todo de poner en evidencia al demagogo Hitler y de desenmascarar sus medias verdades, sus alusiones difamatorias, sus muchas mentiras. Y de hacer nexos con la época posterior a 1933, cuando mucho de lo que se dice en “Mi Lucha” se vuelve brutal realidad”, explica Wirsching.

Buchcover Hitler, Mein Kampf. Eine kritische Edition
La sobria edición del IZF, sin caracteres rúnicos ni portadas rimbombantesImagen: Institut für Zeitgeschichte

Político versus historiador

En un principio, el proyecto del IZF iba a ser financiado por el Estado de Baviera. Éste había sido hasta el momento dueño de los derechos de autor.Después del fin de la guerra, los Aliados pasaron a su poder los derechos de la editorial Franz Eher, órgano del Partido Nacionalsocialista.

Pero Baviera frenó su apoyo después de que Charlotte Knobloch, presidenta del Consejo Central de Judíos de Alemania, dijera: “Esta chapuza de Hitler está impregnada de odio y misantropía; es una clara incitación a la xenofobia”.

Deutschland Pegida Kundgebungen zum Pediga-Jahrestag in Dresden
"Patriotische Europäer gegen die Islamisierung des Abendlandes": Pegida (Europeos Patrióticos contra la Islamización de Occidente), a un año de su creación.Imagen: Getty Images/S. Gallup

No sólo de parte de quienes querrían ver desaparecer para siempre la obra, vinieron las críticas. Hacía algunos años el sociólogo Horst Pöttker había intentado que le permitiesen una edición crítica para su proyecto “Testigos de su época”. Baviera se negó.

“¿Es tan importante hacer un meticuloso análisis filológico de esta obra? Creo que es más importante que un amplio sector de la sociedad se entere al fin del contenido de este libro y haga sus propios juicios con una base crítica”, explica Pöttker a DW.

¿Quién será su lector?

Con todo, la cuestión más importante que se plantea ahora es quién va a leerla. ¿Serán los iracundos manifestantes del movimiento Pegida con sus lemas xenófobos? ¿Los miembros del ultranacionalista NPD que podrán citar libremente pasajes de Hitler? En la Red circulan hace tiempo fragmentos de esta obra. Existen legalmente plataformas de compra/venta que ofrecen ediciones antiguas. Es que leerlo nunca estuvo prohibido, prohibido estaba comercializarlo.

“El libro en sí no es peligroso. Lo que pasa es que tiene un gran efecto simbólico. Racismo y antisemitismo siguen siendo, desgraciadamente, un tema actual “, comenta Wirsching y concluye que por más crítica que sea la edición no se puede excluir que pasajes del libro, si así se quiere, sirva para nutrir tendencias xenófobas.