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Nazis en la Amazonía

Klaus Blume (dpa/el)16 de diciembre de 2008

Un nuevo libro periodístico publicado en Alemania aborda un capítulo poco conocido de la historia: los proyectos del nacionalsocialismo en Sudamérica y, más concretamente, en la región amazónica.

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La selva amazónica, objeto de la fantasía europea.Imagen: DPA

El Amazonas siempre despertó las fantasías de los europeos. Los primeros exploradores vieron en sus costas a mujeres guerreras (amazonas) que dieron su nombre al río. Más tarde, varios aventureros se adentraron en el infierno de la selva en busca de la leyenda de El Dorado.

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Los nazis querían convertir la región en un bastión antiestadounidense.Imagen: AP

La excursión del zoólogo alemán Otto Schulz-Kampfhenkel a la zona noreste de Brasil entre 1935 y 1937 sirvió más bien a fines científicos. Sin embargo, también lo movía la ambición geopolítica: el científico nacionalsocialista buscaba un puente entre el régimen racista y dictatorial del Tercer Reich alemán y Sudamérica.

En busca de pistas

El periodista alemán Jens Glüsig recorrió ahora esta selva y revisó varios archivos siguiendo las huellas del investigador y luego oficial de las SS Schulz-Kampfhenkel. En el libro "El proyecto Guayana", editado recientemente en Alemania, el corresponsal de la revista alemana "Spiegel", que vive desde hace 17 años en Brasil, reconstruye la excursión de Schulz-Kampfhenkel.

Para su libro se apoyó en el informe original de la expedición así como en documentos de archivo de Brasil, Alemania y Estados Unidos. Entre ellos se encuentran los protocolos, cedidos hace poco, de varios interrogatorios de los estadounidenses a Schulz-Kampfhenkel, a quien detuvieron después de la guerra.

Schulz-Kampfhenkel era un hombre de naturaleza aventurera, "una persona multifacética movida por la nostalgia", escribe Glüsing. Pero el científico no tuvo reparos en colaborar con la dictadura nacionalsocialista.

Con 25 años tocó tierra brasileña. Subió el Jary, afluente del Amazonas, en bote, pasó cuatro meses en la selva entre los indígenas y finalmente llegó cerca de la frontera con la Guayana francesa.

Con tapires, yaguares y monos embalsamados entre su equipaje, varias flechas, flautas e instrumentos indígenas y valiosas tomas aéreas y mapas, regresó en 1937 a Berlín.

El "Proyecto Guayana"

Allí, Schulz-Kampfhenkel fue festejado como "dominador del infierno verde" y plasmó sus experiencias en libros y cine. Tres años más tarde, el jefe de las SS, Heinrich Himmler, le encomendó el "Proyecto Guayana".

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Hoy, la región sufre los efectos de la deforestación.Imagen: AP

Un cuerpo de expedición alemán debía llegar a Brasil y desde allí, con ayuda de los indígenas, conquistar los territorios coloniales franceses, holandeses y británicos en Guayana. Schulz-Kampfhenkel consideraba que una cabecera en Sudamérica contrarrestaría la influencia de Estados Unidos en la región. Además, recomendó el subcontinente como asentamiento de un "pueblo dominante nórdico".

Sin embargo, Himmler congeló el proyecto. Durante la Segunda Guerra Mundial, le fueron confiadas a Schulz-Kampfhenkel investigaciones geográficas en distintos frentes en África y Europa. Después de la guerra, sirvió a los vencedores y les describió en forma detallada a sus guardias estadounidenses los procesos por él desarrollados en cartografía.

En la República Federal de Alemania, y pese a su colaboración con losnazis, trabajó como documentalista, fundó un instituto y legó luego su patrimonio a una fundación con su nombre. Murió en 1989.

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La selva es santuario de la etnia Yanomami.Imagen: AP

Importancia actual

Glüsing echa luz sobre un aspecto poco conocido de la historia alemana en Sudamérica. Además, brinda un retrato actualizado de la región del Amazonas con su selva. Junto al guarda forestal de origen alemán Christoph Jaster, visitó el parque nacional Tumucumaque en el estado Amapá, con sus árboles gigantes de 50 metros y sus molestos mosquitos.

Mientras que el Amazonas siempre fue para los europeos un lugar de proyecciones para sus anhelos, los brasileños tienen una relación más bien modesta con su norte, escribe Glüsing, quien afirma que la destrucción del Amazonas se ha acelerado. Por eso, el objetivo de un nuevo y pacífico "Proyecto Guayana" debe ser, según el periodista, salvar uno de los últimos paraísos naturales.