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Nueva ofensiva de EI en Kobane, protestas en Turquía

8 de octubre de 2014

La ciudad kurda de Kobane, en el norte de Siria, siguió asediada por la milicia extremista Estado Islámico (EI), lo que amenaza también la paz en Turquía, donde manifestantes critican la postura del gobierno.

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La nueva ofensiva de EI siguió a supuestamente efectivos ataques aéreos de la coalición internacional y acciones de combatientes kurdos.
La nueva ofensiva de EI siguió a supuestamente efectivos ataques aéreos de la coalición internacional y acciones de combatientes kurdos.Imagen: Reuters/Murad Sezer

Testigos informaron este miércoles (08.10.2014) de fuertes combates al este de la estratégica ciudad fronteriza siria, en el marco de una nueva ofensiva lanzada por EI, después de que ataques aéreos de la coalición internacional y acciones de combatientes kurdos lograran frenar en un primer momento a los yihadistas que, según el Observatorio sirio para los Derechos Humanos, llegaron a ser expulsados del este de la localidad y perder a 45 de sus combatientes.

"El EI ha lanzado un ataque a gran escala para extender su control sobre todo el área de Kani Araban", dijo el activista kurdo Farhad al Shami en conversación telefónica con la agencia alemana de noticias dpa. Al menos tres fuertes explosiones se produjeron durante esta jornada en la ciudad, dos de ellas por supuestos ataques de la coalición internacional liderada por Estados Unidos y una tercera por un ataque suicida de un yihadista del EI contra la sede de la policía kurda en la ciudad.

"La situación es peor de lo que la gente cree", contó a dpa otro combatiente de las Unidades de Protección Popular que entró a territorio turco. "Muchos kurdos están gravemente heridos y cada vez más dentro (de Kobane) y no es posible sacarlos. El EI se ha acercado aún más". Mientras, a los hospitales de Turquía llegaban ambulancias con combatientes kurdos heridos.

SOS kurdo

Ante esta situación, las fuerzas kurdas sirias pidieron urgentemente a la comunidad internacional armas pesadas para poder defender la ciudad. "Todos dicen 'estamos con ustedes'", dijo el copresidente del partido sirio kurdo PYD, Salih Muslim, al diario turco Hürriyet Daily News. Pero ningún país da pasos concretos para ello, criticó. "Queremos armas antitanques".

Muslim pidió además a Turquía la apertura de un corredor para los combatientes de las Unidades de Protección Popular (YPG) sirias, que se encuentran listas para intervenir en enclaves al este y oeste de Kobane. "Nuestros combatientes armados en Afrin y Cizre esperan para unirse a los combatientes en Kobane. Pero necesitamos utilizar territorio turco para llevar a esos combatientes a Kobane".

Occidente "profundamente preocupado"

Entretanto, el presidente francés, François Hollande, apoyó el establecimiento de una "zona tapón" entre Siria y Turquía para recibir y proteger a los desplazados por los combates, informó el Palacio del Elíseo tras una conversación telefónica entre Hollande y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.

Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se dijo "profundamente preocupado" por la situación en Kobane, tras conversar con su homólogo británico, Philip Hammond, en Washington. Sin embargo, los esfuerzos de Washington siguen centrándose en el objetivo más amplio de atacar las capacidades de operación del EI, golpeando centros de control y comando en toda Siria e Irak, señaló.

¿Y Turquía?

Tanques turcos en la frontera. Al fondo, Kobane.
Tanques turcos en la frontera. Al fondo, Kobane.Imagen: Reuters/Umit Bektas

Kerry destacó, no obstante, la necesidad de que Turquía asuma un papel más activo en la crisis de Kobane. Precisamente, la situación amenaza también la estabilidad interna en ese país: al menos 19 personas murieron el martes y el miércoles y otras resultaron heridas en manifestaciones en reclamo de una mayor protección de Kobane, informó la agencia de noticias DHA. La mayoría de las víctimas murieron en enfrentamientos entre islamistas y seguidores del prohibido Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el feudo kurdo de Diyarbakir, en la zona sureste de Turquía. Las autoridades provinciales solo informaron de la muerte de diez personas.

Según la agencia de noticias Anadolu, el Ejército estacionó tanques en la ciudad después de que tanto allí como en otras provincias del suroeste se decretara por segunda noche consecutiva toque de queda. En Estambul y otras ciudades del oeste también se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y la policía aunque no se registraron muertos.

El gobierno turco hizo un llamamiento a un fin inmediato de la violencia. "No toleraremos protestas violentas o vandalismo", dijo el viceprimer ministro turco, Yalcin Akdogan, según la agencia de noticias Anadolu. Akdogan consideró una "gran mentira" las acusaciones de los manifestantes, que denuncian la falta de compromiso de Turquía para proteger Kobane, donde se enfrentan las unidades militares kurdas sirias contra los extremistas del EI.

El gobierno turco no ha intervenido directamente en los combates pese a que desde el pasado jueves cuenta con mandato parlamentario para ello, que incluye no sólo al EI, sino también a grupos kurdos como el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado terrorista por Ankara. Turquía ha intervenido hasta ahora sólo con apoyo humanitario y desde el inicio de los combates en torno a Kobane, a mediados del mes pasado, acogió a más de 180.000 refugiados sirios en su territorio, según cifras del gobierno.

Este jueves se espera la llegada a Turquía del nuevo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que dialogará con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, especialmente sobre la situación en Kobane. Si la milicia siguiera avanzando hacia Turquía tras tomar la ciudad, Ankara podría pedir la ayuda de la Organización del Tratado del Atlántico Norte como miembro de la alianza.

También en Irak

EI continuó actuando asimismo en Irak, donde sus milicianos ejecutaron a una ex diputada del Parlamento iraquí en la norteña ciudad de Tel Afar, según informó la televisión Al Sumaria, citando a funcionarios de la seguridad. Los extremistas se negaron además a entregar a sus familiares el cadáver de Iman al Salman, la primera diputada mujer de la zona, según la información.

RML (dpa/reuters)