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Nuevo código de conducta para la industria del café

Thomas Mösch12 de septiembre de 2004

El Ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo y la Asociación Alemana del Café presentaron un nuevo código de conducta para la industria cafetera.

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No sólo debe saber bien, también debe tranquilizar la conciencia.Imagen: dpa

Pocos precios de materias primas han caído tan drásticamente como el del café. Hace 7 años la libra costaba 1,40 dólares. Actualmente se pagan escasos 60 centavos. Esto pone en peligro la existencia de muchos productores de café en los países en África, Asia y América Latina.

A principios de 2003 el Ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo y la Asociación Alemana del Café pusieron en marcha una iniciativa para elaborar, conjuntamente con las organizaciones de agricultores de café y organizaciones no gubernamentales, un código de conducta para una economía cafetera más justa. El pasado 10 de septiembre se presentó la iniciativa en Hamburgo.

El código no es obligatorio ni vinculante. Prevé el respeto de algunas reglas básicas. En primer lugar evitar cualquier tipo de trabajo infantil o forzoso, evitar la tala de bosques y selvas y el uso de pesticidas prohibidos internacionalmente. Partiendo de estas premisas busca regular métodos para que los agricultores produzcan de forma ecológica.

Saborear el café con la conciencia limpia

Los patrocinadores del proyecto esperan contar con apoyo amplio para que el código tenga resultados en la práctica. Muchas asociaciones cafetaleras de Asia, África y América Latina, ayudaron a elaborar el código, lo mismo que grandes comerciantes como el grupo Neumann, Tchibo y Nestle, y organizaciones no gubernamentales como Greenpeace, FIAN y muchos sindicatos.

La Asociación Alemana del Café afirma que una de sus principales metas es que las condiciones en los campos de cultivo mejoren, no sólo porque el consumidor demanda un buen producto, sino porque quiere beber un café con la conciencia de que se ha elaborado en condiciones humanas dignas. Este es un aspecto decisivo que ha motivado a muchas empresas alemanas a apoyar el código de conducta, según afirman los representantes del área.

ONGs dudan

Las organizaciones no gubernamentales muestran escepticismo. FIAN, que defiende el derecho a la alimentación, teme que la industria utilice el código con fines publicitarios sin que realmente mejoren las condiciones de vida de los campesinos. El código registra fuertes mancos. No cuenta con un mecanismo de quejas y de control. FIAN sostiene que el lanzamiento del código resulta anticipado, pero seguirá cooperando.

Por el contrario la organización ecologista Greenpeace que ha decidido retirarse del proyecto puesto que no se aceptaron sus exigencias contra la implementación de técnicas genéticas y nuevas patentes de plantas de café por parte de la industria cafetera.