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Obama quiere normativa que proteja neutralidad de internet

11 de noviembre de 2014

Contrariando a las grandes compañías, el presidente de Estados Unidos presionó para que las empresas sean tratadas con reglas más duras.

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Imagen: Reuters/W. Zhao

Barack Obama no quiere un internet de primera y otro de segunda clase. Eso se desprende de su inesperada comparecencia sobre el tema conocida este lunes (10.11.2014), con la que dio un duro revés a las compañías de telefonía móvil y de cable, que analizaban la posibilidad de crear un servicio para ofrecer un acceso más rápido a determinados contenidos ofrecidos por compañías que paguen por ellos.

Muchos temen que una idea así suponga la creación de un carril rápido de internet para quienes tienen más dinero, relegando al resto a un servicio de peor calidad. “Dicho de manera simple: ningún servicio debería quedarse en un ‘carril lento' porque no paga una tasa. Este tipo de control desnivelaría la cancha, algo esencial para el crecimiento de internet”, dijo Obama en un comunicado.

Como respuesta a estas declaraciones, las acciones de las principales compañías proveedoras de servicios de internet, Comcast Corp y Time Warner Cable Inc, se desplomaron durante la jornada. En gran medida, debido a que Obama dijo que estas empresas deberían ser reclasificadas como se servicio público, para ser sometidos a regulaciones más estrictas.

Malestar público

Las empresas prestadoras de servicios en Internet aseguran que no han firmado ni firmarán acuerdos de “prioridad por pago”. Si bien Obama reconoce que la decisión final la tomará la Comisión Federal de Comunicaciones, se alineó con quienes piden que se prohíba la “prioridad por pago”. La idea es proteger la “neutralidad de red”, que sostiene que no debe permitirse a los proveedores bloquear o reducir el acceso a ciertas páginas, ni tampoco diseñar un “canal rápido” que permita acceder más velozmente a contenidos cuyos creadores hayan pagado previamente una tasa a la compañía proveedora.

Las compañías de cable y móviles hicieron públicos el lunes duros comunicados advirtiendo de que la decisión de reclasificar la banda ancha como un servicio de telecomunicación público amenaza sus inversiones y la innovación. Los republicanos también criticaron a Obama. El senador John Thune afirmó que “el llamado del presidente convertiría a internet en un bien regulado por el Gobierno, lo que afectaría a este dinámico y robusto sector con reglas escritas hace unos 80 años para el viejo servicio telefónico”.

DZC (Reuters, EFE)