Consejo OTAN-Rusia: en la cuerda floja
13 de julio de 2016
La misión primordial del Consejo OTAN-Rusia, creado en 2002, es generar confianza entre los 28 Estados de la OTAN y Rusia. Pero es de lo que realmente carecen ambas partes en el foro de diálogo. La lista de los mutuos reproches es larga. Los miembros de la Alianza defensiva occidental critican, entre otras cosas, el apoyo ruso hacia los separatistas en el este ucraniano y la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea. Moscú, por su parte, le echa en cara a la alianza de delimitar cada vez más a Rusia y de rearmarse en el este europeo.
Cuando la OTAN, tras el colapso de la Unión Soviética, admitió a varios Estados del antiguo ámbito de influencia soviética, se acordó el intercambio regular. Así se evitarían situaciones peligrosas entre ambos bloques militares. Por ello, se creó el Consejo OTAN-Rusia, en el que ambas partes poseen los mismos derechos. Las decisiones deben tomarse solo en consenso.
Preocupación en los países bálticos
Tras la anexión rusa de Crimea en 2014, imperó el silencio entre la central de la OTAN en Bruselas y Moscú. Los miembros de la OTAN, que limitan con Rusia, se sentían amenazados y exigían más protección a través de la alianza militar. Por este motivo, la OTAN concretó el envío de 4.000 soldados a Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Con el estacionamiento permanente de un mayor contingente de tropas se infringió el acuerdo entre la Alianza y la Federación de Rusia.
El Gobierno en Moscú calificó, sin embargo, este despliegue de tropas en sus fronteras de amenaza y anunció incrementar su Ejército militar. Además, el Gobierno ruso está preocupado por el escudo antimisiles de Estados Unidos, que se ubicará, entre otros, en Polonia.
Diplomacia y muestra de poder
El pasado abril se encontraron por primera vez diplomáticos de ambas partes en un marco oficial. Este miércoles (13.07.2016) también tiene lugar un intercambio solo entre embajadores, aunque también tendría lugar y con regularidad el diálogo entre los ministros de Defensa e incluso los jefes de Estado. Sobre todo, el Gobierno alemán insiste en crear vías de comunicación política con Rusia, además de las muestras de poder militar.
Aparte de las tensiones en el este europeo, ambos bloques comparten intereses comunes. La lucha contra el terrorismo y contra la difusión de armas de destrucción masiva. Además, ambas partes atacan con sus aviones de combate la milicia terrorista del Estado Islámico en Siria.