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País ingobernable

Agencias / pk (elm)12 de febrero de 2009

Los analistas comentan hoy la difícil formación de Gobierno en Israel, con una derecha fuerte, pero fragmentada.

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Imagen: AP

Hacia la derecha

Le Monde, París: “El nuevo Gobierno de coalición tenderá hacia la derecha. Y el vuelco a la derecha del electorado se reflejará en el mejor de los casos en un status quo en el conflicto con los palestinos. Sea quien sea el primer ministro, no disolverá ninguno de los asentamientos ilegales en Cisjordania sin poner en peligro la coalición asentada en la derecha. Sólo Washington representa una esperanza. A veces sucede que también existen israelíes que piensan a largo plazo y piden un mediador para reanudar negociaciones que lleven a la única solución posible: la fundación de un Estado palestino al lado del Estado israelí.”

Mayor confusión que antes

Salzburger Nachrichten, Salzburgo: “Israel se ha transformado en ingobernable. Con las elecciones del domingo se aspiraba a lograr claras mayorías. Pero ahora la confusión es mayor que antes. El eterno empate entre la derecha y la izquierda, los religiosos y los seculares no se decidió, sino que sólo se postergó. En lugar de tomar una decisión, Israel se autoparalizó. La tarea más urgente del próximo Gobierno será reformar el sistema electoral, sin lo cual el primer ministro no podrá solucionar ninguno de los problemas de Israel. Mientras Israel siga con tanta confusión en su política interna, ningún primer ministro podrá tomar decisión importante alguna. Hasta el Gobierno más débil puede comenzar una guerra, pero ninguno es lo suficientemente fuerte para implementar un tratado de paz con los palestinos o con los sirios.”

El fiel en la balanza

Independent, Londres: “El creciente apoyo al partido político de Avigdor Lieberman demuestra que un considerable número de israelíes rechaza el proceso de paz o está contra la posibilidad de cómo podría desarrollarse con el presidente Barack Obama. La posición de Liebermann como “fiel en la balanza” puede transformar la política israelí en un rehén de una minoría ultranacionalista. En ese sentido, el resultado de las elecciones es el peor posible. Si algo han demostrado las elecciones es que el sistema electoral israelí no fomenta la creación de Gobiernos estables. Sea cual sea el próximo Gobierno, deberá hacer de ello un tema prioritario.”

Diferentes ambiciones

De Volkskrant, Amsterdam: “En la política israelí suelen darse las combinaciones más extrañas, por lo que nada puede descartarse. La derecha tiene una clara mayoría en la Knéset. Pero el mayor problema de Netanyahu es que esa mayoría depende del apoyo de partidos pequeños, cada uno con diferentes ambiciones. Livni tiene una posibilidad sólo si logra dividir a la derecha o si Netanyahu accede a integrar un Gobierno de unidad nacional. Ello no es probable. Pero sería preferible a un Gobierno cerrado de derecha, que tendría poco o ningún interés en negociar con el presidente de los palestinos, Abbas."